Campaña de Cuaresma 2025
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Poco imaginaba doña Angelita que en un abrir y cerrar de ojos se iba a hacer famosa en las redes sociales. Todo se debe a su nieto, Javier Gallurt, un joven tuitero que el día 1 de noviembre publicó un tuit que ha dado la vuelta al mundo. Lleva ya más de 452.000 megustas, una cifra que ya les gustaría a muchos que se dicen influencers. Un fenómeno viral.
Javier escribió algo muy sencillo sobre la conducta de su abuela. Y es que Angelita tiene la particularidad de que escribe en Google pidiendo las cosas "por favor". Esa educación incluso a la hora de hablar con la máquina es lo que dejó pasmado al público.
Quizá muchos se sorprendieron de que Angelita escribiera "la misa de hoy sábado por favor". En ella vemos cómo son (o eran) nuestras abuelas: mujeres de fe, que se hacen a la época que les toca vivir (que si la guerra, que si la posguerra, que si Google). Que tanto te hacen un potaje de garbanzos como te salen al parque a hacer ejercicio para estar en forma.
Angelita se ha convertido en parte de ese grupo de abuelitos achuchables que circula por las redes y que nos da un soplo de aire fresco entre haters y fake news. ¿Con quién te quedas tú? Más auténtica imposible. Sonriente, activa y haciendo lo que le dice el nieto, que es preparador físico y cuida de ella como a una princesa.

Javier se alegró con tanto comentario entusiasta sobre su abuela y decidió presentárnosla, para que pongamos cara a la que seguro que para él es la mejor abuela que se puede tener en el mundo. "Aquí tenéis a Angelita que hemos ido a dar un paseíto hoy, así le ponéis cara, os da las gracias", escribió.
Angelita se dejó fotografiar, con una sonrisa, en plenas evoluciones con las barras del parque. ¡De lo que es capaz una abuela por hacer feliz al nieto!
El caso es que el tuit tiene montones de comentarios. Ha destapado la ternura y el reconocimiento a los abuelos, que con su ejemplo nos educan de pequeños y nos siguen educando incluso en la comunicación digital.
¿Quién no quiere tener una abuela como Angelita? Algunos muestran que la suya también es así, como este joven argentino:

