Un camino maravilloso lleno de significado de 157 kilómetros; la misma longitud en kilómetros que recorrió la Virgen María para visitar a su prima
El trekking de la Madre de Dios es una excursión que une 10 santuarios marianos en Italia, desde Bolonia a la Toscana.
Un camino maravilloso lleno de significado de 157 kilómetros; la misma longitud en kilómetros que recorrió la Virgen María desde Nazaret hasta Ain- Karim cuando visitó a su prima Isabel después del «gran anuncio» del ángel Gabriel.
Una idea que nació como solicitud del Papa
El trekking de la Madre de Dios nació en el 2019 para conectar a través de antiguos caminos grandes y pequeños santuarios marianos de estas dos regiones italianas.
Haciendo eco a la solicitud del papa Francisco de repensar el modo de vivir la pastoral, abriéndose a propuestas no-convencionales, un sacerdote: Massimo Vacchetti, responsable de la Pastoral para el tiempo libre, turismo y deporte; y un alcalde: Alessandro Santoni, forjaron esta idea, que al principio conectaba solo cuatro santuarios.
Tuvo tanto éxito, que de unos 1.000 excursionistas del primer año, se pasó a los 4.000 actuales.
¿Por qué peregrinar?
La peregrinación es una metáfora de la vida: un viaje del tiempo a la eternidad, de la tierra al cielo, de lo efímero a lo absoluto.
En la raíz de la decisión de partir no hay tanto la necesidad de escapar, sino sobre todo de encontrar el sentido de la vida, el deseo de infinito, ¡el rostro de Dios! ‘Hacia la casa de Dios caminamos en celebración’ (Sal 55, 15).
Incluso aquellos que no hacen el camino con una intención estrictamente religiosa, se encuentran haciendo un gran camino hacia el fondo de su corazón y cuando llegan al Santuario encuentran reposo, no tanto el cuerpo sino del alma, finalmente alcanzan la meta deseada. (P. Massimo Vacchetti y P. Marco Garuti)
El itinerario
Veamos cuáles santuarios comprende este maravilloso camino que nos regala el verde de los Apeninos:
Caminar volviéndose a uno mismo, conjugando un itinerario espiritual con la alegría del contacto con la naturaleza, significa redescubrir esa necesidad de confianza y cobijo en los brazos de María.
(P. Massimo Vacchetti)
Fuente: viamaterdei.it, «Maria con te»,n.41, Año IV, 38-39