El "rasgo genético más íntimo de la misión de la Iglesia es "ser obra del Espíritu Santo y no una consecuencia de nuestras reflexiones e intenciones", nos recuerda el papa Francisco.
Y es que la misión de la Iglesia y la salvación de las personas no es la consecuencia de nuestras iniciativas misioneras, ni de nuestros discursos.
Sucede a través del encuentro con Él, que nos llama y nos invita a comunicar esta alegría a los demás; por lo tanto, es consecuencia de gozo y gratitud.
Anuncia el Evangelio quien da testimonio de la obra de Otro en su vida.
El ardor misionero nunca se puede obtener como resultado del razonamiento o el cálculo. Es en cierto sentido una obligación, pero una obligación de amor.
Luego, en el anuncio, está la humildad, porque la felicidad y la salvación no son nuestra posesión o una meta alcanzada por nuestros méritos. El Evangelio solo puede anunciarse con humildad, sin arrogancia.
También está la proximidad, porque la misión llega a las personas allí donde están y como están.
El anuncio hace parte de la historia, de la vida de cada uno y viene a iluminar toda su realidad. El Evangelio quiere llegar a todos los rincones de nuestra vida.
Acá te dejo 5 frases del papa Francisco sobre la misión que nos impulsarán, este mes, a llevar con gratitud y esperanza la buena nueva a todos: