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José Daniel Zaván fue parte de las 45.000 personas que en el 2018 participaron de la celebración en Asunción, en la que la monja carmelita María de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga, fue elevada a los altares como beata. Sin embargo, jamás imaginó que su vínculo con la beata sería más fuerte años después.
El joven, quien integra el grupo juvenil Exploradores de Don Bosco en Puerto Casado, sobrevivió de forma milagrosa a la tragedia aérea el pasado 9 de febrero. En aquella oportunidad siete integrantes de la milicia paraguaya perdieron la vida.
Los profesionales que lo atendieron en el Hospital de Trauma de Asunción consideran que es un milagro que Zaván haya salido con vida del accidente aéreo, en atención a las características del hecho. José ahora se recupera de forman sorprendente y su madre atribuye el hecho a la intercesión de la primera beata paraguaya.
“Estamos documentando para que la ciencia pueda decir que aquí solo pudo intervenir Dios, porque científicamente no tiene explicación de que haya un sobreviviente de una caída de 800 metros”, expresaba respecto al caso de José Zaván el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela. Lo dijo durante el recibimiento de las reliquias de Chiquitunga, el pasado 21 de setiembre.
Zaván se encuentra internado en el Hospital de Clínicas, dependiente de la Universidad Nacional de Asunción. Próximamente será sometido a una nueva cirugía como parte de su recuperación. En medio de intensas jornadas de evaluaciones y rehabilitación, mantuvo una breve conversación con Aleteia.
El joven salesiano expresó su alegría y sorpresa por el anuncio de la Iglesia paraguaya sobre la documentación de su caso dentro de la causa por la canonización de la beata Chiquitunga.
José recordó con mucha emoción que formó parte de las personas que participó de la beatificación de Chiquitunga en el Estadio General Pablo Rojas.
“Me tocó participar de su beatificación, recuerdo que estaba muy feliz y me vinieron muchos pensamientos buenos cuando participé de su beatificación. Estoy muy conmovido y emocionado”, sostuvo el joven salesiano.
El neurocirujano Marcelo Rivas, quien atendió a Zaván en el Hospital de Trauma, no ocultó su sorpresa por la recuperación de joven. Esto debido a que la parte más afectada por el accidente fue el cerebro.
"Creo que un milagro es un hecho asombroso irreproducible. Como mínimo, Zaván es un privilegiado de haber sobrevivido, de estar hablando y conservar sus funciones cerebrales perfectamente. Su área emocional está intacta", dijo el galeno a la radio Monumental de Paraguay.
Rivas señaló que un grupo de profesionales evaluó la dinámica del accidente y se concluyó que el avión se precipitó desde unos 120 metros de altura, a 200 kilómetros por hora, por lo que se considera que la vida del joven es un milagro.
Blanca Viccardi, madre de José Daniel Zaván asegura que la recuperación de su hijo es “una gracia de Dios”. Ella insiste en que esto fue posible por la intercesión de la beata.
“Cuando José estaba en Terapia Intensiva a consecuencia de los golpes y el daño que sufrió su cerebro, lancé un desafío especial a nuestra beata Chiquitunga. Le pedí que, así como ella supo mantener su cerebro incorrupto tras su muerte, reconstruya cada parte del cerebro de mi hijo”, refirió hace unos meses en contacto con Aleteia.
Durante los últimos días, José retomó sus estudios en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción. Si bien le queda un largo camino para recuperar su aspecto motriz, el joven ha recuperado la totalidad de sus funciones cerebrales.
Las reliquias de la beata Chiquitunga ya están en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas de Asunción luego de su paso por Italia, donde fueron sometidos a procesos de conservación.
Ya antes de su beatificación, parte del cerebro incorrupto de Chiquitunga se expone en la capilla del monasterio.