La Iglesia de Ecuador, junto a las Mesas Redondas Panamericanas de Quito y Guayaquil, hará un fuerte llamado a la paz este 21 de septiembre. Lo hace en sintonía con el día internacional que se celebra este martes. Será a través de un gesto concreto: el repique de campanas en todas las iglesias del país.
“Ha sido urgente unirnos en oración y motivar al pueblo creyente a buscar el camino de la reconciliación, dejar de lado resentimientos, el saber dignificar a las personas y estar en contra de las estructuras de violencia que ponen en riesgo la estabilidad de la sociedad y de los valores que representamos como creyentes”, expresó el padre Diego Bustamante, uno de los organizadores, tal cual reproduce la Arquidiócesis de Guayaquil.
Recientemente, el Consulado de Estados Unidos en Guayaquil reprodujo la siguiente alerta:
A través de este llamado por el “aumento de la violencia”, publicado en la web del consulado, la convocatoria ha sido a los suyos evitar transitar por zonas afectadas que impliquen riesgos para la seguridad personal.
En agosto de 2021, por citar otro ejemplo, El Comercio daba cuenta de un aumento en la tasa de homicidios en tan solo seis meses.
“Entre enero y junio de este año, se han registrado 1 028 crímenes en todo el país”, se recordaba en aquel entonces.
Hasta aquí algunos casos concretos.
El aumento de la violencia no es algo que afecte solo a Ecuador, sino que varios países de América Latina. La mayoría de estos países aún enfrentando los coletazos de la pandemia del coronavirus. En todo caso una situación que invita a mirar a los otros también a través del diálogo y la reconciliación.
En el caso de Ecuador, un país sudamericano que también ha sido protagonista en 2019 con respecto a fuertes movilizaciones y protestas tras el anuncio de medidas económicas del entonces gobierno encabezado por Lenín Moreno. Aquello generó inestabilidad, intervención policial y hasta la declaración del estado de excepción.
Es por todo esto que el tema de la violencia despierta cierta preocupación general y tiñe un sinfín de áreas, como las cárceles, la política (corrupción) y hasta casos más específicos a nivel doméstico. Pero también ante el avance de leyes o proyectos que van en línea con la cultura de la muerte como el aborto, entre otros.
“Las campanas son un llamado simbólico al pueblo católico para estar alertas ante el peligro que conlleva la violencia como la cultura de la muerte y todo lo que propone el antievangelio”, recordó Bustamante al hacer referencia a una jornada que hace énfasis en aquello de que todos puedan contribuir a la paz más allá de las circunstancias personales.