Xinia Hernández y su esposo Alberto Balbín son los dueños de la tienda “La Negrita” y para ellos fue la Virgen de los Ángeles quien los cuidó durante el torbellino que azotó la zona de la Basílica de Los Ángeles en la provincia costarricense de Cartago.
El fenómeno meteorológico, vinculado a una rotación acelerada del viento, ocasionó el pasado 15 de septiembre daños y destrucción, pero también alguna particularidad como lo acontecido con una imagen de la Virgen que estaba en el negocio de los dueños de la tienda.
“Afuera teníamos una exhibición de varias imágenes de gran tamaño y una de ellas era de la Negrita, de 85 centímetros de alto y elaborada en resina con fibra de vidrio, y esta fue a dar a los 30 metros de distancia. Un vecino fue el que la vio y la regresó”, contó Xinia en declaraciones recogidas por el medio de Costa Rica La Teja.
Efectivamente, según el relato de la mujer, la Virgen sobrevivió a los poderosos vientos.
“Estaba un poco reventada, pero ya mi esposo la arregló. Aunque la iglesia estaba cerrada, yo fui al frente y le di gracias por su misericordia. Ahora esta virgencita se va a quedar aquí conmigo, no la voy a vender, siento que nos protegió porque si no aquí los daños hubieran sido demasiados”, agregó Xinia.