La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
La muerte puede ser una perspectiva aterradora, sin saber exactamente qué nos sucederá. Sin embargo, los santos entendieron que la muerte no era el final sino el comienzo de una nueva vida.
Fue una fuerte y ardiente fe en el Evangelio de Jesucristo lo que les dio la posibilidad de ver la muerte a través de la esperanza.
A continuación una breve meditación de santa Faustina sobre la felicidad del cielo, ¡esperando la belleza que nos espera!
Hoy estuve en el cielo, en espíritu, y vi sus inconcebibles bellezas y la felicidad que nos espera después de la muerte. Vi cómo todas las criaturas dan incesantemente honor y gloria a Dios; vi lo grande que es la felicidad en Dios que se derrama sobre todas las criaturas, haciéndolas felices; y todo honor y gloria que las hizo felices vuelve a la Fuente y ella entran en la profundidad de Dios, contemplan la vida interior de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nunca entenderán ni penetrarán.Esta fuente de felicidad es invariable en su esencia, pero siempre nueva, brotando para hacer felices a todas las criaturas.
Cuando pienses en el muerte, recuerda la felicidad que nunca acaba.