Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Santuario de Jesús Nazareno en Punta Arenas-Chile. Se trata de un sitio de oración y peregrinación en la Patagonia cuyos protagonistas son Jesús Nazareno y la Virgen Dolorosa.
El pasado domingo 29 de agosto los homenajes a Jesús Nazareno en esa región austral se volvieron realizar, pero una vez más sin la posibilidad de una tradicional procesión masiva.
Es que la pandemia del coronavirus ha frenado la manifestación popular y masiva de la fe a lo largo y ancho del mundo por mucho tiempo, aspecto que lentamente empieza a retomarse en diversos lugares.
Un claro ejemplo de vivir la veneración y devoción de manera extraordinaria en el sur del continente americano es lo que aconteció precisamente en ese santuario de Punta Arenas y Jesús Nazareno.
Para ello se optó por la celebración de una eucaristía presidida por el obispo Bernardo Bastres. Y en segundo lugar lo más colorido: una caravana vehicular con imágenes de Jesús Nazareno.
Quienes participaron de las celebraciones, muchos provenientes desde Chiloé, según reproducen la Iglesia de Chile, han manifestado alegría por la importancia de volver paulatinamente a experimentar la cercanía de Jesús Nazareno. Es que desde 2019 no se hacía esta celebración con la posibilidad de cierta presencialidad.
“Para nosotros como chilotes es muy importante la figura de Jesús Nazareno y que se comiencen a retomar esta actividad, nos alegra muchísimo, yo le debo mucho al Nazareno y espero que el próximo año podamos retomar la procesión”.
“Llevo participando más de 20 años en las actividades de la celebración de Jesús Nazareno, él me concedió un milagro y por eso decidí siempre estar con él y hasta el día de hoy estamos aquí firmes, y este año nos está ayudando con la pandemia”, agregó otro de los fieles de nombre José Pérez.
La Iglesia de Chile también recuerda que la celebración de Jesús Nazareno se realiza en esa capital regional desde 1981 y promovida por el obispo de aquel entonces, monseñor Tomas González. En aquel momento todo surgió con el objetivo de trasladar la inmensa devoción inmersa en el corazón de las familias locales a las calles y en forma de procesión.