“Hoy podríamos preguntarnos cuáles son nuestros intereses en buscar al Señor, en celebrar a nuestros santos patronos”, dijo el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, en la misa del domingo 1 de agosto, transmitida desde su casa por la pandemia.
El cardenal se refirió a la celebración de la fiesta de Santo Domingo por Guzmán, organizada por la Alcaldía de Managua (Nicaragua), en las calles de la capital sin la bendición de los representantes de la Iglesia católica.
Durante días la archidiócesis de Managua, presidida por el cardenal Brenes, había suspendido las celebraciones, para evitar "una concentración excesiva de fieles" en tiempos de pandemia. El cardenal Brenes invitó a la gente a "encontrar" a Santo Domingo en la intimidad de sus hogares en lugar de "buscar alegría o ruido".
Sin embargo, el alcalde de Managua ha anunciado que se hará cargo de la celebración sin la bendición católica, con una imagen sustituta de Santo Domingo. Esto sucede faltando tres meses a las elecciones generales en las que el presidente Daniel Ortega buscará una nueva reelección.
"Hoy el Señor conoce nuestras intenciones, porque vamos tras el Señor, porque vamos tras nuestras imágenes, nuestros santos patronos, y el Señor nos interroga: hoy me buscáis porque todos habéis recibido pan, porque yo os he dado para comer, y por eso me buscáis ”, prosigue el cardenal Brenes como reflexión del Evangelio dominical.
El arzobispo de Managua contrastó las celebraciones del domingo con la romería del sábado pasado, a la que asistieron, sea a través de los medios, sea de presencia, más de 20.000 personas con mascarillas y guardando distancias sociales, frente a la histórica imagen de la Sangre de Cristo en la catedral de Managua, que en 2020 se quemó en un incendio que el Papa Francisco calificó de "atentado" y que la policía nicaragüense definió como un "accidente".
Aunque Santo Domingo de Guzmán no es el santo patrón de Managua, sino Santiago Apóstol, su imagen es venerada en Nicaragua como si lo fuera. Todos los años en Managua se realizan fiestas populares en su honor del 1 al 10 de agosto. Sin embargo, no es la primera vez que las autoridades civiles han organizado actividades religiosas sin el consentimiento de la Iglesia Católica .
La tensión entre el gobierno y la Iglesia católica ha crecido debido a los ataques del presidente Ortega contra obispos y sacerdotes, pero como afirma Mons. José Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la sede vacante de la diócesis de Estelí:
"El Miedo no viene de Dios. Vivimos en la libertad de los hijos de Dios, por eso, seguimos adelante con nuestra labor pastoral y nuestra misión evangelizadora y sin miedo”, como leemos en las redes sociales.
Artículo publicado de manera original por Agencia Fides