Este sábado 31 de julio, se conmemora del primer año de que un sujeto prendió fuego a la capilla de la Catedral de Managua. En él se guardaba el Crucifijo de madera conocido como “La Sangre de Cristo” y el Santísimo para la adoración eucarística continua.
La Iglesia ha decretado que se lleve a cabo una Jornada de Silencio por la Paz y la Reconciliación en el atribulado país centroamericano.
El arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo José Brenes, aprovechó esta fecha para llamar a los nicaragüenses a la paz y a la reconciliación; tan necesarias para enfrentar tanto la crisis de salud como la crisis económica que han provocado, la una, el coronavirus, y la otra, la represión del Gobierno en contra de los opositores.
Esta represión que ha hecho disminuir turismo, producción y población (que se ha exiliado) los últimos dos años y medio.
Con el recuerdo de la dolorosa profanación y el sacrilegio cometido en contra de una de las imágenes más veneradas por los católicos nicaragüenses, las puertas de la Catedral de Managua estarán abiertas para que los fieles –respetando las normas sanitarias—acudan a la celebración de la Eucaristía, el rezo del Rosario y la Coronilla de la Misericordia.
Quienes no puedan asistir, podrán seguir la jornada a través de los medios de comunicación de la Iglesia.
Este mismo sábado, las campanas de la Catedral de Managua, dedicada a la Inmaculada Concepción de María, sonarán a cada hora. Se invitará a todos los fieles de la capital de Nicaragua (y a quienes quieran seguir la jornada desde el interior del país) a rezar un Padre Nuestro. Lo mismo se hará en todas las parroquias y capillas de la arquidiócesis de Managua.
Si bien la Catedral de Managua está dedicada a María, el pueblo y la iglesia de la arquidiócesis han hecho de Santo Domingo de Guzmán –llamado, cariñosamente, “Minguito”— su patrono (aunque el patronazgo inicial pertenezca a Santiago Apóstol)y por segundo año consecutivo, las fiestas patronales en su honor, que van del primero al diez de agosto, se han suspendido.
Así –con pesar, puesto que las procesiones y los actos conmemorativos al santo patrono de Managua llenan de color y alegría las calles de la capital nicaragüense-- lo anunció recientemente el cardenal Brenes, quien recalcó la solidaridad que debe ser guía del comportamiento cristiano y el cuidado que debemos tener unos con otros frente a la pandemia.
“La crítica situación sanitaria por la pandemia del COVID, así como las mutaciones de este virus que están causando angustia, dolor, y muerte entre nosotros nos exige mantener como Iglesia la opción responsable por la vida que implica evitar al máximo las aglomeraciones de personas”, explicaba una carta publicada por la arquidiócesis de Managua.
El cardenal Brenes, sabedor de la enorme popularidad de estas fiestas, ha salido al paso subrayando que la arquidiócesis de Managua había consultado a los especialistas de salud y, de acuerdo a sus opiniones, había decidido no propiciar una cadena de contagios fruto de las aglomeraciones que de ordinario se dan durante las fiestas patronales de “Minguito”.
“No es falta de fe, ni falta de aprecio a nuestra piedad popular; es responsabilidad de Iglesia y reconocimiento consciente que la verdadera piedad y devoción están en el corazón que se hace altar y como signo agradecido del amor a Cristo, a nuestra Madre Santísima y a nuestros Santos Patronos”, explicó el cardenal Brenes al pueblo fiel de Managua.
Según el programa de recursos para entender la pandemia del coronavirus en el mundo, elaborado y puesto al día –cada día—por la Universidad de Medicina Johns Hopkins, basado en los datos que reportan las autoridades de salud de cada país, en este caso el Ministerio de Salud de Nicaragua (MINSA) alcanza los 9.470 casos de personas infectadas y han muerto por el virus 195 personas.
Sin embargo, la información se contrasta con los datos del Observatorio Ciudadano Covid-19 de Nicaragua quien en su último informe semanal (julio 21 de 2021) informa de 19.743 casos sospechosos de haberse infectado con el virus y de 3.671 muertes por neumonía y sospechosas por Covid-19. Managua lidera el número de contagios con 37 por ciento del total de contagios en el país.
Por ello se ha pedido cancelar las fiestas patronales en honor a Santo Domingo de Guzmán, lo cual no quiere significar, bajo ningún concepto, que se deje de implorar a los santos patronos “que intercedan por el cese de la pandemia y por la conversión de todos los nicaragüenses para que, ante los diversos desafíos de estos momentos, nos sintamos y actuemos como hermanos cuidándonos unos a otros como expresión de caridad”, subrayó el cardenal Brenes.
Finalmente, Brenes pidió a los fieles: “Que este testimonio no se limite a pocos días, sino que se viva siempre para que las adversidades presentes no reduzcan la piedad popular, antes bien, la purifiquen y fortalezcan. Que cada familia, cada hogar sea esa iglesia en pequeño que ora e intercede, hace memoria y se deja animar por la santidad y la caridad de cristianos que vivieron ejemplarmente su fe”.