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San Chárbel Makhlouf, primer santo libanés del rito maronita

SAINT CHARBEL
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Dolors Massot - publicado el 23/07/21 - actualizado el 23/07/24
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Chárbel Makhlouf, primer santo del rito maronita, fue un sacerdote católico a través del cual Dios sigue obrando curaciones milagrosas

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San Chárbel Makhlouf nació en Begakafra, Líbano, el 8 de mayo de 1828. Su nombre oficial era Youssef Antoun (José Antonio). Pertenecía al rito maronita de la Iglesia católica y es el primer santo libanés.

Su padre murió cuando él tenía tres años y su madre se casó de nuevo con un hombre que después sería monje maronita, pues en el rito maronita los varones pueden ser sacerdotes estando casados.

En 1851 ingresó como novicio en el monasterio maronita de Mayfouq y se impuso el nombre de Chárbel. Hizo los votos solemnes en el monasterio de Annaya y luego fue ordenado sacerdote en 1859. Allí vivió como ermitaño hasta su muerte, el 24 de diciembre de 1898.

San Chárbel destacó por su intensa vida de oración y sacrificio, por su amor a Cristo, su predicación y por su don de sanar enfermos. Una vez fallecido, miles de personas en todo el mundo comenzaron a atribuirle curaciones milagrosas a la intercesión de este santo taumaturgo.

Sus restos yacen incorruptos, con la particularidad de que de la tumba sale un líquido. Se trata de una licuefacción de sangre, como ocurre con san Jenaro en Nápoles, san Nicolás en Tolentino y san Pantaleón en el Monasterio de la Encarnación de Madrid. En su caso, el bálsamo está perfumado.

Oración a san Chárbel

Santo venerado,
Tú, que pasaste tu vida en la soledad, en una ermita humilde y retirada,
que no pensaste en el mundo ni en sus goces,
que ahora estás sentado a la derecha de Dios Padre:

Te pedimos que intercedas por nosotros,
para que Él nos extienda su bendita mano y nos socorra,
que ilumine nuestra mente, aumente nuestra fe,
fortifique nuestra voluntad para proseguir nuestras oraciones y súplicas
ante ti y todos los santos.

¡Oh, santo Chárbel! que por tu poderosa intercesión,
Dios Padre hace milagros y realiza prodigios sobrenaturales.
Que cura a los enfermos y devuelve la razón a los perturbados.
Que devuelve la vista a los ciegos y el movimiento a los paralíticos.

Dios Padre Todopoderoso, míranos con piedad,
danos las gracias que te imploramos,
por la poderosa intercesión de san Chárbel, (hacer la petición)
y ayúdanos para hacer el bien y evitar el mal.

Pedimos tu intercesión en todo momento, sobre todo en la hora de nuestra muerte. Amén.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

San Chárbel, ruega por nosotros.

Amén.

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