La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
Los miembros de la oposición –procedentes de todos los niveles sociales y de diversas fuerzas políticas– que han sido aprehendidos por la policía adherida al régimen de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, han sido acusados por delitos de “traición a la Patria”.
La Iglesia, cada día más crítica
Conforme avanza la represión y crece el ambiente de tensión en el país centroamericano, la Iglesia católica –perseguida, también, por la pareja Ortega-Murillo—se ha convertido en la auténtica vocería del dolor y de la desazón que privan entre los nicaragüenses por la actuación despiadada de Ortega en contra de miembros de la oposición.
El cardenal y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes fue enfático. El pasado 4 de julio, durante la homilía de la Misa dominical, señaló que mucha gente de una forma u otra quiere disminuir la fuerza de la Iglesia, la insulta, la persigue y calumnia sin fundamento.
«Tenemos dificultades, tenemos grandes problemas, tenemos los problemas de la pandemia que nos angustian, tenemos nuestros problemas políticos, sociales, económicos, familias que sufren porque muchos de sus familiares están privados de libertad», agregó el cardenal Brenes.
«Nicaragua está sangrando»
Por su parte, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, subrayó que miles de familias nicaragüenses están sufriendo por la represión que ejerce el Estado. También la migración forzada, el encarcelamiento arbitrario, la pandemia, el desempleo. Lo mismo la falta de alimentos y de justicia, lo que está obligando, cada vez con mayor frecuencia, a emigrar.
“Nicaragua está sangrando por el sufrimiento de los privados de libertad, por las familias disueltas por la migración forzada, por el dolor de los enfermos por la pandemia, por la pobreza extrema”.
Y exigió que el país sea un lugar “donde todos podamos vivir, sin desprecio o exclusiones, donde haya respeto y podamos trabajar en condiciones de igualdad social y política”.
La tormenta no cesa
Lejos de amainar, la política de detenciones arbitrarias de aspirantes a la presidencia de la República y de opositores al régimen sandinista no cesa. Tocó el turno la noche del lunes 5 de julio al líder campesino Medardo Mairena, quien fue detenido al igual que otros tres dirigentes rurales.
«Dictadura Ortega-Murillo de cacería. Hoy secuestraron, al momento, cuatro líderes principales de nuestro Movimiento. Pedro Mena, Medardo Mairena, Freddy Navas y Pablo Morales», informó el Movimiento Campesino de Nicaragua en una declaración, y difundió vía Twitter.
Con esas cuatro detenciones, se elevarían a seis los opositores que han sido aprehendidos la noche de este lunes. Y a 27 desde el pasado 28 de mayo. Los otros dos son los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jérrez.
Alemán, de 23 años, es el mismo que increpó a Ortega en una transmisión televisada en vivo. Lo hizo durante el inicio de un fallido diálogo nacional hace tres años, en la que le pidió su rendición.
Mairena, por su parte, ya estuvo en prisión por las manifestaciones contra el Gobierno. Un juez lo condenó a 216 años de prisión por supuestamente matar a cuatro policías, y luego fue amnistiado.
La lista sigue
La Policía de Nicaragua mantiene bajo arresto a los aspirantes presidenciales de la oposición Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora, a quienes acusa de «traición a la patria», y ahora también a Medardo Mairena.
Además, a dos exvicecancilleres, dos históricos exguerrilleros sandinistas disidentes, un dirigente empresarial, un banquero, una exprimera dama, cinco dirigentes opositores, un periodista, dos líderes estudiantiles, dos extrabajadores de una ONG, y un conductor de Cristiana Chamorro.
Ortega ha acusado a los líderes opositores de intentar derrocarlo con el apoyo de Estados Unidos. Los ha tildado de «criminales», “golpistas” y de estar al servicio de agencias extranjeras que quieren “descarrilar” la revolución de Nicaragua. Todo ello bajo el paraguas de “traidores a la Patria” y a la soberanía del pueblo nicaragüense.