Si estás soltera, tienes que apresurarte por tener un novio; si estás de novia casarte; si estás casada tener hijos; si tienes un hijo pensar en sus hermanos. Muchos, especialmente las mujeres, viven hoy en día con este tipo de presiones constantes para dar un siguiente paso.
Está bien querer avanzar en la vida, pero los peligros aparecen cuando se pierde el valor del momento presente y el disfrute de las diferentes etapas, cuando no se tiene en cuenta la vocación personal o se toman decisiones equivocadas por actuar de forma apresurada.
Tomar un respiro de las presiones y vivir plenamente la vocación personal buscando a Dios y su voluntad, es lo que nos permite ir abrazando cada etapa por completo para poder vivir bien y mejor nuestros proyectos y sueños. Cuando sientas que la carga se va haciendo pesada, ten en cuenta estas acciones positivas.
Piensa cómo puedes contribuir para no generar más presión de la que ya existe alrededor de otras mujeres. Maneja tu lenguaje cuando hables con ellas. Muchas veces no se trata de tener una mala intención y hasta puede presentarse como una broma, pero cuidar las palabras es un detalle importante.
Intenta buscar espacios de silencio en los que puedas conectar contigo y desacelerar tu marcha. Mantenerse en un estado de tranquilidad ayuda a que uno no esté permanentemente buscando llenarse con más presiones o trasladarla a los demás. La mejor situación para tomar una decisión es hacerlo en un estado de paz.
Contarle a otra persona sobre la presión que sientes puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés. Compartir tus sentimientos no solo te permite analizarlo y mirarlo con una perspectiva más realista, sino también a darte cuenta que lo que te ocurre a ti no es algo atípico. Habla con un amigo o una persona de confianza.
Toma por amigo a quien nunca te abandonará en tu camino. Deposita tus anhelos en Dios y no te preocupes pensando si se ocupará o no de ellos. Aprende a confiar en la mano providencial del Padre. Siempre estará allì y no te defraudará si eres fiel con todo tu ser.
Abraza tu día por completo. A veces es difícil aceptarlo y salirse de la estructura marcada por tantas expectativas. Disfruta el momento de vivir y lo que tienes ahora, porque es posible que no te des cuenta hasta más adelante lo valioso que era. Sé positivo donde estás ahora y aprovecha esa etapa para dar lo mejor. Deja de compararte y alégrate de poder pasar tiempo aprendiendo a amarte tal como eres en el lugar en el que te encuentras.
Se puede aprender tremendamente, ganar más terreno y descubrir habilidades cuando uno se dedica a algo con el corazón. Esto te ayudará a no darle lugar a los pensamientos negativos y a ocupar toda tu energía emocional en proyectos productivos y emocionantes. Es una gracia pasar el tiempo aprendiendo a amar y querer lo que se tiene, sea poco o mucho.
La vida es más que una línea de tiempo. Cada vida es una obra artesanal y puede ser muy diferente de una a otra persona. Por lo tanto, tu propósito, gozo y plenitud pueden ser algo distinto a los de otros. Dios tiene un plan hermoso para ti casada, con o sin hijos, consagrada o viviendo como una mujer soltera. ¿Te has preguntado cuál es tu vocación?
En vez de pasar tu tiempo celosa de otros dones o estar pendiente de vidas ajenas comparando la tuya con las otras en las redes sociales, tómate el tiempo para preguntarle a Dios cuáles son tus talentos y qué espera de ti para salir y vivir abrazando la vida única y hermosa que te ha dado. Pídele que te ayude a usar esos dones bien para vivir al máximo.
Normalmente tomar decisiones cómo comenzar una relación, comprometerse a la vida conyugal o tener hijos requiere de cierta energía emocional y esfuerzos que valen la pena hacer, pero que requieren mucho de nuestra parte. Si sientes que aún tienes cosas por trabajar, no te apresures forzandolo simplemente porque es lo que “toca hacer” o es lo que otros esperan de ti.
A los que esperan les pasan cosas buenas. Sé paciente. Si algo no se mira bien, poner más presión no ayudará. Un siguiente paso se lo podría comparar con una fruta que está madura. No sabrá bien al probarla antes de tiempo o al dejarla pasar. Como algo que se da de manera natural, si la conoces bien y sabes esperar será evidente el momento apropiado para comerla.
Si estás soltero puede ser el momento perfecto para centrarte en todas las oportunidades que tu estado actual te ofrece como un nuevo proyecto en el trabajo o un mejor uso del tiempo libre; si estás casado, fortalecer una de las relaciones que te harán invencible en la vida. Si no tienes hijos, aprovechar del descanso extra y si tienes alguno, aprender más sobre el amor incondicional. ¿Qué es lo que puedes hacer hoy con lo que eres y tienes?
Cuando uno mantiene el foco en la tarea lo que puede ver son pasos concretos que necesita dar, tal como le ocurre a un estudiante que no se obsesiona con la nota final, sino que pone su atención en hacer un trabajo estupendo. Pasa menos tiempo llorando y quejándote con Dios por lo que no tienes. Enfócate en pasar tu tiempo centrado en las bendiciones que tienes delante de ti confiando en que llegarás lejos mientras Él va caminando contigo.