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En cada iglesia católica existe una sala donde el sacerdote se prepara para la celebración de la misa.
Esta sala se llama sacristía, que proviene de la palabra latina medieval sacristia, de la misma raíz que «sagrado«.
Enciclopedia Católica resume lo que contiene esta sala:
Una habitación en la iglesia o anexa a la misma, donde se guardan las vestiduras, el mobiliario de la iglesia y similares, los vasos sagrados y otros tesoros, y donde el clero se reúne y se viste para las diversas funciones eclesiásticas …
Es costumbre tener una pila de agua bendita, y una campana para advertir a la congregación del advenimiento del clero, en la puerta que conduce al santuario.
La sacristía no es bendecida ni consagrada junto con la iglesia y, por lo tanto, no es un lugar sagrado en el sentido canónico.
Si alguna vez escuchas a un católico hablar sobre la “sacristía”, ¡ahora ya sabes lo que es!