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En la imagen de la agencia AFP se aprecia cómo un grupo de médicos auxilian y llevan hacia un hospital en una camilla a un soldado herido colombiano. Esto sucedió luego de que un vehículo explotara en una unidad militar de Cúcuta, Colombia, el pasado 15 de junio.
El ataque, que estaba aún en proceso de investigación y que la primera hipótesis señalaba al ELN como responsable, dejó 36 personas heridos. Las reacciones no se hicieron esperar. En las últimas horas la propia Iglesia de Colombia lanzó un comunicado rechazando lo sucedido y expresando solidaridad con las personas afectadas.
"Siguiendo la enseñanza de la Iglesia, los obispos proclamamos que nada justifica estos actos demenciales y ciegos, que hieren profundamente la dignidad humana y constituyen una ofensa gravísima contra la humanidad entera, pues son una de las formas más brutales de la violencia", expresan.
“Ofrecemos nuestras plegarias por las víctimas de este cruel atentado, manifestamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familiares y seres queridos, al Presidente de la Republica, al Ministro de la Defensa, a los miembros del Ejército Nacional y de las demás ramas de la Fuerza Pública, y a la comunidad cucuteña”, agregan.
“Invitamos a la comunidad católica a continuar orando para que cese toda violencia entre nosotros y para que el pueblo colombiano unido pueda vencer el mal a fuerza de bien (cf. Rom. 12,21)”, finalizan.
Ver comunicado completo aquí
