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Los principales medios de comunicación colombianos coincidieron este martes en grandes elogios y muestras de gratitud para Alirio López Aguilera. Se trata de un religioso que consiguió un imposible: sentar a hinchas recalcitrantes en una misma mesa. Lo hizo para evitar asesinatos y agresiones entre las barras de los principales equipos futboleros del país.
“Hay tristeza no solo en el mundo católico, sino también en el fútbol con la muerte del padre Alirio López”, tituló la cadena radial Caracol, mientras que el diario El Tiempo reseñó que “El padre Alirio López [fue] reconocido por su importante labor como vocero en temas de paz y reconciliación desde la Iglesia católica y su liderazgo social desde organizaciones como ‘Goles en paz’”.
Por su parte, la revista Semana destacó en su versión digital:
“Millones de colombianos lo reconocieron y amaron en vida, pues como párroco luchó por la convivencia entre las pandillas de la capital, pasando por el desarme, hasta el trabajo con las barras bravas…”.
Goles en paz
Durante ocho años, este bogotano graduado en Filosofía y Teología, con especialización en Bioética, puso en marcha un exitoso programa social para ponerle fin a los constantes enfrentamientos entre fanáticos de Santa Fe y Millonarios. Aquí los equipos icónicos de la capital colombiana. Muchos de esos choques eran en las calles y terminaban en asesinatos, agresiones violentas, ataques al transporte público. También en daños a los comercios y otras alteraciones de la tranquilidad ciudadana.
Una de las primeras propuestas de su programa ‘Goles en paz’ fue eliminar del lenguaje cotidiano el término ‘barras bravas’ para remplazarlo por ‘barras futboleras o populares’. Él decía que de esta manera los vándalos que se filtraban en las barras no tendrían argumentos para fomentar la violencia entre los aficionados. También para agredir a los aficionados contrarios por el solo hecho de vestir una camiseta o una bandera diferente.
Con el apoyo de la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Policía Nacional, las directivas de Santa Fe y Millonarios, las barras organizadas y los medios de comunicación, el padre Alirio consiguió que los líderes de fanaticadas que antes no se podían ver ni cruzar palabra, se entrevistaran y ayudaran en la prevención de choques, especialmente, cuando había clásicos entre los dos equipos tradicionales.