En ocasiones, la naturaleza provoca tragedias que parecen una enorme paradoja. El templo histórico de San Juan Bautista, en la cabecera municipal de Camotán, patrimonio cultural de Guatemala, fue alcanzado por un rayo y consumido por las llamas.
Se podría pensar que en Camotán (“lugar donde abundan los camotes”, en lengua náhuatl) las lluvias son constantes.
Pero este pequeño municipio, perteneciente al Departamento de Chiquimula, al oriente del país y descendiente de la etnia mayense Chorti, está situado en lo que se denomina el Corredor Seco de Guatemala.
De hecho, el causante de la pérdida del templo, del que los vecinos de Camotán intentaron salvar lo salvable, fue un rayo. Sin lluvia ni tormenta que lo anunciara.
La ayuda de la comunidad
El martes 8 de junio a las 17:45 ocurrió el incidente. Providencialmente, no hay víctimas humanas que lamentar. La presencia de bomberos tanto de Chiquimula como de Copán (Honduras) y la ayuda de la comunidad católica y de las autoridades de Camotán, impidieron, eso sí, que las llamas se propagaran a las casas aledañas.
“Las imágenes religiosas, el techo y todo el mobiliario litúrgico (pilas, púlpito, sillería y cátedra) fueron consumidos en su totalidad, mientras la estructura de concreto peligra luego de su exposición al fuego”, indicó el boletín digital Soy502.
El alcalde de Camotán, Noé Rolando Guerra, dijo a Esquipulas Televisión:
“Fue un rayo el que cayó en el lugar debido a la tormenta eléctrica que se presentó en el municipio. Como a las 5:45 de la tarde cayó el rayo sobre la iglesia; no había llovido casi nada en los últimos días y solo cayó este rayo para provocar este desastre”.
“Saldremos más fortalecidos”
Más adelante, detalló que entre el miércoles y hoy jueves, llegarán a la cabecera municipal representantes del Ministerio de Cultura para hacer una evaluación de los daños y a cuánto ascienden las pérdidas. “Como municipalidad vamos a ver en qué podemos apoyar a la iglesia”, explicó Guerra.
En la página del templo de San Juan Bautista, el párroco Elder Pineda, señaló:
“De esta triste historia que pudo ser mortal, pero que gracias a Dios no hubo, porque no habían personas en el lugar, saldremos más animados y fortalecidos. Es momento de unirnos y solidarizarnos para reconstruir nuestro templo parroquial”.
Así quedó (galería):