El flan es uno de los postres más antiguos, se consumía desde la antigua Roma, y hasta el día de hoy es un postre clásico en muchos hogares.
A más de uno seguramente les traerá recuerdos de su infancia, quizás aquella vez que la abuela les preparó un delicioso flan, o cuando lo compartan un Domingo en la mesa familiar.
Su origen nos remonta a la antigua Roma, pero no era igual al que conocemos actualmente como un postre dulce, sino que era salado, y además le agregaban pimienta, era conocido como tyropatina.
La tyropatina incluso es mencionada en una obra del Santo Venancio Fortunato, quien fue obispo de Poitiers en Francia, y poeta latino del siglo VI autor de varios himnos litúrgicos como Vexilla regis canción que se utiliza en fiestas donde se expone al Santìsimo Sacramento, otra es Pange lingua la cual se canta en alguna de las Horas Canónicas, entre muchas otras.
Tiempo más tarde en la Edad Media la tyropatina se hizo especialmente popular consumirla durante la Cuaresma, ya que no se podía comer carne durante esos cuarenta días previos a la Pascua, y además los huevos eran caros y escasos.
Así que se le empezó a llamar flado, que significaba en latín torta plana, ya que comienza a tener variantes siendo no sólo una preparación salada, sino también dulce y más parecida al que conocemos ahora.
Mientras que en Francia y España la preparación dulce del flado se comenzó a servir como postre invertido con una salsa caramelo y se lo llamó flan.
Actualmente hay muchas recetas y versiones del flan, algunos le agregan una salsa de caramelo, dulce de leche, crema batida, entre otras.
Pero en esta oportunidad les comparto una exquisita versión de flan de cerezas para disfrutar con los nuestros el Domingo en la Ascensión del Señor.
Un día para celebrar con la familia el momento en el que Jesús regresó al Cielo con su Padre, luego de haber cumplido su misión en la tierra.
De esta manera Jesús nos abre las puertas para que podamos seguirle, es un símbolo de esperanza de que algún día podremos llegar a gozar con Él la felicidad eterna.
"Al baño María se cuecen durante una hora 100 gramos de cerezas, limpias y deshuesadas, con igual cantidad de azúcar y una cucharada de mantequilla.
Durante igual periodo de tiempo se tiene en remojo con leche un migón de pan blanco, de peso aproximado a 200 gramos, con una pizca de sal.
Se acaramela una flanera; se bate un par de huevos; luego se mezcla con el pan, la leche y las cerezas y se vierte todo en la flanera.
Después de media hora en el horno se saca el flan sobre plato redondo, se rocía con una copita de coñac y se sirve"
Una receta de José Guardiola y Ortiz, Gastronomìa alicantina. https://www.gastrosoler.com/pagina_nueva_131.htm
El ingrediente que hace especial a esta receta es la cereza, es una fruta de verano, que se caracteriza por ser dulce, fresca y aporta múltiples beneficios a la salud gracias a sus nutrientes.
Una de sus propiedades nutricionales que se destaca es su un gran poder antioxidante, su alto contenido de fibra que entre otras cosas ayuda a combatir el estreñimiento, a regular los valores de azúcar en sangre, a fortalecer el sistema inmunitario.
Un consejo nutricional, a la hora de elegir las cerezas, preferir aquellas que estén más maduras y con un color rojo intenso de esta forma se aprovecha al máximo sus nutrientes que se encuentran en màs concentrados y además se disfruta de un sabor más dulce.
Con respecto al ingrediente principal, el huevo, es un alimento que por lo general tenemos siempre a mano, y es muy nutritivo ya que contiene proteínas de alto valor biológico (es decir los aminoácidos esenciales para nuestro organismo).
Por otra parte las grasas son mono y poliinsaturados principalmente ácidos grasos omega 3 los cuales son muy beneficiosos para la salud, por lo que es recomendable que forme parte de nuestra alimentación habitual excepto que se presente alguna enfermedad que no lo permita como puede ser una alergia al huevo o la prescripción del médico.
A esta preparación se le agrega como endulzante azúcar, pero perfectamente se lo puede sustituir por algún edulcorante apto para horno.
En cuanto al coñac, tiene una graduación alcohólica bastante alta por lo que se aconseja que aquellas personas que no puedan consumir alcohol, lo sustituyan por un almíbar en conserva (común o light) o por un caramelo líquido o simplemente lo eliminen de la receta.
Pues bien, ya con la receta en mano, los invito a que celebremos la fiesta de Ascensión del Señor participando en lo posible de la Misa presencial u online y compartiendo este deliciosos postre en familia.
Receta del libro: La Cocina de los Conventos. Sofìa Fernàndez y Vìctor Alperi. Ediciones Nobel, 2012, pàgina 216.