Los titulares sobre el coronavirus siguen ganando la pulseada en los medios. Sin embargo, otras cuestiones que desde hace años distinguen a la región siguen más latentes que nunca. Tal es el caso de la migración y los ecos del famoso “éxodo venezolano”.
Perú se ha transformado en los últimos años en uno de los principales puntos de acogida para las familias que han golpeado sus puertas con el sueño del mañana mejor. Es ahí donde también se posiciona la localidad de Arequipa.
Recientemente, en su sitio web, la Iglesia de Arequipa informó que persiste la atención espiritual y material de miles de personas que se encuentran refugiadas en la ciudad.
Es ahí donde aparece la acción del equipo de Pastoral de Migrantes. Desde ese lugar, con la coordinación del sacerdote Juan Sebastián Portela y la hermana María Angélica Agip, se vienen organizando diversos encuentros de oración a hogares venezolanos. La iniciativa también consiste en la preparación para los sacramentos, pero también como forma de integración a la vida parroquial.
Alimentos y útiles
Tanto Cáritas Perú como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se han estado encargando de entregar alimentos. También útiles escolares, así como kits de cocina y de higiene. La Iglesia Arequipa recordó que desde la parroquia Inmaculada Concepción, de Mollendo, también se ofrece alimento y alojamiento a migrantes en tránsito por la ciudad.
En tanto, también se informa que desde el Centro de Integración Perú – Venezuela, la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y la Fundación alemana Hanns-Seidel-Stiftung (HSS) se fomentan otras acciones. Es ahí donde ingresa “la integración de refugiados y migrantes en la región Arequipa”. Se hace “brindando asesoría jurídica, atención psicológica, programas de emprendimiento para iniciar su propio negocio, campañas de sensibilización contra la xenofobia, así como cursos, charlas y programas de formación continua”.
Artículo en base a información difundida por Arquidiócesis de Arequipa
Hoy celebramos a...