Loretta Harmes tiene una enfermedad rarísima que le vuelve imposible alimentarse de comida sólida. Solo puede alimentarse a través de una sonda. Y, sin embargo, su talento está en la cocina. Su lema es:"No puedo comer, pero puedo cocinar"
La Cuaresma está llegando a su fin. No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!
En Instagram su apodo es paradójico: nil-by-mouth-foodie que significa “gourmet que no puede llevarse nada a la boca«.
Loretta Harmes es una chef londinense que desde hace seis años no se sienta a la mesa para comer. Cocina mucho y bien, pero no puede comer de la forma habitual. Una rara enfermedad la obliga a alimentarse a través de una sonda, porque su estómago no es capaz de digerir la comida.
Probar, degustar, saborear son acciones que no puede llevar a cabo, pero – dice Loretta – esa sonda le ha dado mucho más de lo que le ha quitado. ¿Por qué? Porque llegar a un diagnostico y a un tratamiento fue una verdadera pesadilla, en donde varias veces estuvo a punto de morir.
Loretta Harmes no come desde hace seis años, pero no ha perdido la pasión por la cocina. Aunque no puede probar sus recetas, sus seguidores en Instagram están creciendo y ahí se presenta como la cocinera que no puede llevarse nada a la boca. Por BBC
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.