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El Papa: Beatificación del doctor Hernández es una bendición para Venezuela

PAPIEŻ FRANCISZEK
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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 29/04/21
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En un Vídeo-mensaje con motivo de la beatificación de José Gregorio Hernández, el pontífice hizo un llamado a la unidad y le hace un guiño a Venezuela: “Cuánto desearía poder visitarlos”.

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El papa Francisco saludó con afecto a la Iglesia en Venezuela con ocasión de la beatificación del venerable doctor José Gregorio Hernández Cisneros que tendrá lugar este viernes 30 de abril en la capilla “San Juan Bautista” del Colegio La Salle de Caracas.

“Yo sé con cuánta ilusión esperaban […], que la Iglesia confirmase algo que ustedes creían firmemente: que el médico del pueblo está junto a Dios, y que junto a Nuestra Señora de Coromoto intercede por sus connacionales y por todos nosotros”.

A través de un video-mensaje, el Papa ha manifestado su cercanía al pueblo venezolano y se dirigió a todos los sectores de la sociedad para unirlos alrededor de la memoria del próximo beato.

“¿Y cuándo es la beatificación de Gregorio?”, dijo que le preguntaban todos los venezolanos que encontraba en el Vaticano. “Lo llevaban en el alma. Bueno, ahora se logra este deseo”.

El Papa afirmó que acompaña en esta celebración “pandémica” a los venezolanos. “A ejemplo del doctor José Gregorio, que sean capaces de reconocerse mutuamente como iguales, como hermanos, como hijos de una misma patria”.

“Que se muestren disponibles para servir, y tengan la suficiente humildad para dejarse servir, para ayudar y dejarse ayudar, para perdonar y dejarse perdonar. No lo olviden: los unos a los otros, o, como decía aquella viejita, “y los otros a los unos”.

El Papa destacó el ejemplo del doctor José Gregorio como “creyente discípulo de Cristo”; sus “virtudes cívicas y religiosas”, quien hizo del Evangelio “el criterio de su vida”.

Un católico que “dedicó tiempo a la oración y creyó en la vida eterna”, además de constatar su “sensibilidad ante el dolor”, y también “como un hombre amante de la sabiduría, de la investigación, de la ciencia, al servicio de la salud y de la docencia”.

“Es un modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y, particularmente, como paradigma de servicio al prójimo, como un buen samaritano, sin excluir a nadie. Es un hombre de servicio universal”.

El Papa dijo que el doctor Hernández fue un “testimonio de superación personal y de servicio ciudadano”. “Un servicio entendido desde el ejemplo que Cristo nos dejó durante la Última Cena, cuando se puso a lavar los pies a sus discípulos y a todos”.

Jesús que amaba a todos - afirmó el Papa -, “también a Judas, aún sabiendo que lo iba a traicionar. Jesús no se vengó de nadie, no se vengó de nadie, amó a todos”.

Francisco lanzó un mensaje reconciliador desde la óptica del Evangelio: “Jesús deja un mandato a sus discípulos: lávense los pies los unos a los otros. Me parece importante reseñar “los unos a los otros”, porque el Señor nos exhorta no sólo a ser sujetos activos del servicio, sino también a tener la humildad de dejarnos lavar los pies por los demás”.

Y añadió: “¿Y qué es hoy día ese lavarse los pies unos a otros —me pregunto— para todos nosotros y en concreto para ustedes, que hoy están festejando la beatificación de este gran lavador de pies?”

El Papa lanzó un mensaje de unidad: “A veces pensamos que ninguno tiene necesidad de ayuda, que nosotros somos autónomos, que no necesitamos de nada, incluso de perdón, ¿no?

“Todos necesitamos de ayuda, todos. Todos necesitamos de perdón. Jesús dijo una cosa muy linda: “el que esté sin pecado que tire la primera piedra” (Jn 8,7); el que no tenga alguna cosa dentro de la cual arrepentirse, que acuse a los demás”.

“ A veces nos convertimos en una familia —pienso por ejemplo en un núcleo familiar— de acusadores unos a otros, o en un pueblo de acusadores unos a otros. Ese no es el camino que nos enseñó el beato que hoy celebramos, sino más bien, el deservicio, de escucharnos, y de perdonarnos y de dejarnos perdonar”.

Indicó que la beatificación del doctor José Gregorio tiene lugar en un momento difícil para Venezuela en referencia - dijo - a la situación que sufren los obispos y por la población que sufre por la pandemia que “no nos permite salir a la calle a celebrar”.

“Tengo muy presente en el día de hoy a tantos muertos, a tantos contagiados por el coronavirus que han pagado con su vida, por mantenerse en sus tareas en condiciones precarias”.

El Papa destacó el dolor de la pandemia y recordó a todos aquellos que han dejado el país en busca de mejores condiciones de vida, y también a los que están privados de libertad y a los que carecen de lo más necesario.

“Todos son compatriotas del beato, todos ustedes. Y todos tienen los mismos derechos. Los acompaño con amor, a todos. Y así como conozco bien los sufrimientos, también conozco la fe y las grandes esperanzas del pueblo venezolano”.

El Papa señaló que “la beatificación del doctor Hernández es una bendición especial de Dios para Venezuela, y nos invita a la conversión hacia una mayor solidaridad de unos con otros”.

“Es una gracia que hay que pedir: el espíritu de reconciliación; porque siempre hay problemas en las familias, en las ciudades, en la sociedad, hay gente que se mira un poco de costado, que se mira mal, y hace falta la reconciliación siempre, ¡la mano tendida! Y es una buena inversión social la mano tendida”.

“Por ello, - prosiguió el Papa- en medio de todas las dificultades, les pido a todos ustedes que tanto aman al doctor José Gregorio, que sigan el admirable ejemplo de servicio desinteresado a los demás”.

“Creo sinceramente que este momento de unidad nacional, en torno a la figura del médico del pueblo, supone una hora singular para Venezuela, y exige que ustedes vayan mas allá, que den pasos concretos en favor de la unidad, sin dejarse vencer por el desaliento”.

“Ruego, queridos hermanos y hermanas, que el nuevo beato inspire, en particular, a todos los dirigentes, a todos: sindicales, académicos, políticos, empresariales, religiosos, a todos, universitarios, y a otros, a desempeñarse seriamente en el logro de una unidad operativa. Un viejo refrán dice: “o nos salvamos todos o no se salva nadie”.

En su video-mensaje, el pontífice latinoamericano señaló el camino de la unidad nacional “por el bien de Venezuela”.


“Una unidad operativa en la que todos, con seriedad y sinceridad, desde el respeto y el reconocimiento recíproco, anteponiendo el bien común a cualquier otro interés, trabajen por la unidad, la paz y la prosperidad, para que, de este modo los ciudadanos y ciudadanas vivan con normalidad, productividad, estabilidad democrática, seguridad, justicia y esperanza”.


Pido que, entre todos, recuperemos esa Venezuela en la que todos sepan que caben, en la que todos pueden encontrar un futuro. Y pido al Señor que ninguna intervención de afuera les impida caminar este camino de unidad nacional. Cuánto desearía poder visitarlos, para al menos significar mi acompañamiento en este camino.


Pido a la Virgen de Coromoto, Patrona de esa amada y hermosa nación, y le pido al beato José Gregorio Hernández por todos ustedes. Y a ustedes les pido que no se olviden de rezar por mí. ¡Adelante! Siempre juntos, siguiendo el ejemplo de José Gregorio. No se desanimen. Que Dios los bendiga y la Virgen los cuide”, concluyó.

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