“La oración hizo de Santa Teresa de Jesús una mujer excepcional, una mujer creativa e innovadora”, sostuvo el papa Francisco e invitó a rezar con frecuencia la siguiente oración de la Santa de Ávila:
Nada te turbe,
nada te espante;
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
Sólo Dios basta.
El Papa instó a rezar de manera asidua – como lo hizo de santa Teresa – porque dijo que desde la oración ella descubrió el ideal de fraternidad.
Y así evitó las “peleítas”, aspiró a cosas grandes e hizo obras de caridad, que “son el signo de la unión real con Cristo”.
Entretanto, advirtió que la “santidad no se copia”, ni depende de los “conocimientos acumulados”.
Lo dijo en un video-mensaje enviado a los participantes del Congreso Internacional “Mujer excepcional”, que se desarrolla en la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila, con motivo del 50 aniversario de la proclamación de Santa Teresa de Ávila como Doctora de la Iglesia (12-15 de abril de 2021).
Estamos hechos para grandes cosas
Asimismo, invitó a rezar la oración de santa Teresa de Jesús, y en general, entregar todo a Dios pues, argumentó:
“Podemos tener ánimo para hacer cosas grandes, porque sabemos que estamos favorecidos de Dios”.
“Y junto a Él, somos capaces de alcanzar cualquier reto, porque en realidad sólo su compañía es la que desea nuestro corazón y la que nos otorga la plenitud y el gozo de los que hemos sido creados”.
Una santa que en los conventos que fundó pidió:
“Aquí todas han de ser amigas, todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar”.
Santa Teresa de Jesús- dijo el Papa – “a través de la oración se abrió a la esperanza”. Un modelo útil, pues, “vivimos nosotros, como la doctora de la Iglesia, tiempos recios, tiempos nada fáciles que necesitan amigos fieles de Dios, amigos fuertes”.
La oración contra la resignación
“La gran tentación es ceder a la desilusión, a la resignación, al funesto e infundado presagio de que todo va a salir mal. Ese pesimismo infecundo, ese pesimismo de personas incapaces de dar vida”
En el video-mensaje con motivo de la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la proclamación de la santa como Doctora de la Iglesia, el Papa lamentó que “algunas personas, asustadas por estos pensamientos, tienden a encerrarse, a refugiarse en pequeñas cosas”.
“Recuerdo el ejemplo de un convento, donde todas sus monjas estaban refugiadas en pequeñas cosas. “El convento se llamaba de santa… No voy a decir de quién, y estaba en tal ciudad, pero lo llamaban el “Convento cosita, cosita, cosita”, porque todas estaban encerradas en pequeñas cosas, como refugio, en proyectos egoístas que no edifican la comunidad, más bien la destruyen”.
“En cambio, la oración nos abre, nos permite gustar que Dios es grande, que está más allá del horizonte, que Dios es bueno, que nos ama y que la historia no se le ha escapado de sus manos. Puede que transitemos por cañadas oscuras (cf. Sal 23,4), no les tengan miedo si está el Señor con ustedes, pero Él no deja de caminar a nuestro lado y de conducirnos a la meta que todos anhelamos: la vida eterna”.