Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 29 marzo |
San Cástor de Tarso - Jueves Santo
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

Mi hijo se desmayó durante el Via Crucis pero la cruz lo salvó

ALTAR BOY,

Romrodphoto | Shutterstock

Un cammino chiamato famiglia - publicado el 06/04/21 - actualizado el 07/04/23

Durante el Via Crucis, la cruz protegió literalmente a Gabriele que hacía de monaguillo. Cuando cayó, la cruz que tenía en las manos se interpuso entre su cabeza y el suelo de mármol. Cruz rota, mi hijo ileso

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

La Cruz salva. Es un escudo muy poderoso, una armadura impermeable. Los ataques del Maligno contra quienes lo abrazan con amor sincero y lo convierten en su compañero de vida no podrán hacer nada.

A veces te salva de una manera tan delicada, que ni siquiera te das cuenta hasta pasado un tiempo.

Y cuando rebobinas la película de tu vida, piensas en esa situación y estás convencido de que no fue una simple casualidad fortuita.

A veces lo hace abiertamente, resultando imposible no darse cuenta. Y entonces no puedes evitar agradecer y emprender el viaje de nuevo con aún más convicción.

Durante el Vía Crucis, protegió literalmente a Gabriele (quien realmente ama la Cruz, y la vamos descubriendo día a día, a partir de mil pequeños detalles cotidianos, vividos en sencillez y naturalidad).

La cruz se rompió, protegiendo a mi hijo del impacto

Comienza el mareo, la visión borrosa, se desmaya. Pero tenía la cruz en la mano, estaba haciendo lo que más le gusta en la vida: de monaguillo. Se cae. Es un momento.

La cruz se coloca entre su cabeza, de cara al suelo, y el suelo mismo, de mármol duro y frío.

Gabri se abalanza sobre ella pero la cruz, debido al escalón que conduce a la capilla lateral, se inclina y hace que la cabeza y los hombros, al final de la caída, queden suspendidos en contacto con el aire. Cruz rota, Gabri ileso, entre el espanto de los presentes.

En el triste final de la cruz de madera, vimos un simbolismo increíble. Cristo parte su cuerpo por nosotros. Por nuestra salvación, da su sangre hasta la última gota.

Y lo hace continuamente. Su sacrificio se perpetúa a lo largo de los siglos y se renueva durante cada Santa Misa. Y nos salva.

En ese Via Crucis estaba María junto a Gabriele

Durante décadas, esa cruz de madera ha acompañado al sacerdote en su recorrido cuaresmal por la nave de la Colegiata.

Quizás, esta vez llevó a cabo una de las tareas más importantes: salvar a un monaguillo enamorado de Jesús, de los posibles resultados de una caída descontrolada y por tanto potencialmente muy peligrosa. Sacrificándose sin saberlo después de años de servicio honorable.

Un simple trozo de madera, tan ligero que hasta un niño pequeño puede sostenerlo con el sano orgullo típico de esa edad. Sin embargo, hemos visto mucho más.

Todo esto después de la tercera estación… entre la primera caída del Señor y el encuentro con su Madre. Tú también, María, estabas junto a la Cruz, junto a Gabriele.

Cruz + María, ¡una combinación invencible y salvadora!

Artículo original

Tags:
italianiñossemana santatestimoniovia crucis
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.