Mira estos recursos virtuales para inspirarte en el padre adoptivo de Jesús en el camino hacia la Semana Santa y la Pascua Al instituir el año santo dedicado a san José, el papa Francisco nos ha dado la oportunidad de contemplar la figura del padre adoptivo de Jesús y de inspirarnos en él, para nuestro propio camino humano y espiritual, especialmente en este tiempo tan privilegiado de la Cuaresma.
En este tiempo marcado por la pandemia -que, entre otras cosas, pone a prueba nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad-, podemos entrar en un camino de conversión.
Fe, esperanza y caridad: estas tres virtudes son para los cristianos como las luces que iluminan la pista de aterrizaje. Hacen que el piloto tenga cierta visibilidad. Si olvidamos una de las tres podemos desequilibrar nuestra relación con Dios, con el mundo y con nosotros mismos.
San José y las virtudes
Estamos pasando por un momento difícil. Nuestra visibilidad es reducida. Muchas cosas están fuera de nuestro control, pero seguimos siendo hijos amados del Padre y es nuestra responsabilidad ser capaces de encontrar la manera de vivir, día a día, estas tres virtudes: fe, esperanza y caridad.
Cada gesto y palabra, cada decisión que tomamos, está llena de estas tres realidades.
La figura de San José puede inspirarnos y ayudarnos en este camino. Como una pequeña luz en la pista de un aeropuerto, este hombre elegido por Dios vivió plenamente estas tres virtudes.
Su humanidad fue transformada por el amor de Dios y por la presencia del Hijo de Dios, del que fue padre adoptivo.
José es el hombre de la fe que aceptó la misión de ser el padre adoptivo de Jesús, por amor, afecto y obediencia. Es el hombre de la esperanza, porque supo esperar con confianza la realización de la promesa de Dios en su vida y en la de su pueblo.
Es el hombre de la caridad, que comprendió que el amor puede hacer grandes cosas, aunque permanezcamos en la sombra, aunque nuestro compañero de camino sea a veces el silencio y la soledad. Pero un silencio y una soledad habitados por Dios.
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Pequeñas luces en la oscuridad
¿Cuántos de nosotros nos preguntamos cuál es el sentido de la vida? Tal vez José se preguntaba, antes de la visita del ángel, cuál era el sentido de todo lo que tenía que vivir.
¿Cuántos de nosotros sentimos el absurdo peso de la soledad y el silencio? Estamos llamados, cada uno de nosotros, a dirigir nuestra mirada hacia Aquel que se hizo silencioso por nosotros, a quien vivió el drama de la muerte por nosotros, para introducirnos en la Vida: Jesús, hijo adoptivo de aquel hombre que cuidaba de la sagrada familia de Nazaret.
Si José puede inspirarnos a vivir estas tres virtudes, sólo en Jesús y con Él podemos crecer en fe, esperanza y caridad. Y así nos convertimos en pequeñas luces en el mundo.
José educó a Jesús, pero en realidad también podemos imaginar que fue educado por su propio hijo. En este intercambio de amor nace la vida, el resultado del amor dado y recibido. Eso nos a avanzar en esta vida con fe y esperanza.
Confiemos a la intercesión de san José nuestro camino de Cuaresma, nuestra peregrinación espiritual y nuestra vida. Confiémosle a los que amamos y a los que nos cuesta amar; y también al mundo. Él sabía cómo cuidar a Jesús; sabrá cuidar de cada uno de nosotros.
Para ir más allá
Con motivo del Año Santo dedicado a san José, la red social de oración Hozana te propone tres comunidades de oración para que profundices en tu intimidad con este gran santo: la consagración total a san José , el mes de san José y su oración a San José, y la devoción de los lirios perfumados de san José.
¡Asegúrate de elegir tu itinerario de oración con san José! Otro consejo: el papa Francisco ha publicado una carta apostólica, Con corazón de padre. No dejes de leer y meditar ese hermoso texto.
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Por el padre Emmanuel Albuquerque, de Hozana.