En España, una serie de científicos hace una propuesta: Retrasar tres semanas el comienzo de la Semana Santa. ¿Qué te parece la idea?Científicos de la Universidad Politécnica de Madrid proponen mover en el calendario la Semana Santa para disponer de un mayor número de gente vacunada contra el coronavirus.
Creen que sería bueno retrasar tres semanas las fechas: del 1 al 23 de abril. Es una propuesta basada en criterios epidemiológicos y económicos: podrían ser más seguras, salvar el turismo y quizás permitir que salgan algunas procesiones. Pero, ¿es posible? ¿Se tiene en cuenta lo que se celebra y el sentimiento religioso?
¿Qué dice la Iglesia Católica?
¿Qué determina la fecha de la Semana Santa?
Es habitual que cada año cambien las fechas de la esta semana. De hecho, puede haber variaciones de hasta 28 días entre un año y otro. A diferencia de lo que muchos pueden pensar, no son criterios religiosos los que determinan cuándo se celebra, sino el calendario lunar. Así, el Domingo de Resurrección coincide siempre con el domingo posterior a la primera luna nueva después del equinoccio de marzo, cuando comienza la primavera. Por tanto, siempre estará comprendida entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
¿Qué proponen estos científicos?
Proponen mover la Semana Santa a la última semana de abril. Por tanto, el Jueves Santo cambiaría del 1 al 22 de abril y el Viernes Santo del 2 al 23. Sostienen que este cambio de fechas habrá aumentado el ratio de vacunación en los grupos más vulnerables y se reduciría el riesgo de contagio ostensiblemente.
Recuerdan que es habitual que en periodos vacacionales la población se relaje en el cumplimiento de las medidas de seguridad y podría provocar una nueva oleada como en diciembre.
Si bien es cierto que asumen la dificultad de cambiar las fechas con tan poco tiempo, recuerdan que en otros años se ha celebrado la última semana de abril sin problema. A su juicio, sería un balón de oxígeno para sectores maltrechos como el del turismo y la hostelería.
¿Qué dice la Iglesia?: “Es inamovible”
Fuentes de la Conferencia Episcopal consultadas por Aleteia aseguran que no contemplan un retraso de la Semana Santa. “Es inamovilbe”. Recuerdan que se trata de fiestas litúrgicas muy arraigadas, con un gran fervor popular. EL Domingo de Resurrección es la fiesta más importante para los cristianos, la victoria de Cristo sobre la muerte. Esta fecha condiciona por tanto el Jueves y Viernes Santo, y a su vez todo el calendario litúrgico.
¿Y la Cuaresma?
Un interrogante que suscitaría este cambio es ¿qué pasaría con la Cuaresma? Está estipulado por el calendario litúrgico que son 40 días antes de la Semana Santa, como los 40 días que Jesucristo pasó en el desierto. En caso de retrasarse tres semanas ¿tendríamos una Cuaresma de 61 días?
¿Diferentes fechas en función de cada país?
La propuesta se ha realizado en España, un país muy castigado por la pandemia y que depende económicamente del turismo y la hostelería. Esto provocaría que en España la Semana Santa no coincida con esta celebración en otras partes del mundo. Podría darse el caso de la celebración del Vía Crucis del Papa en Roma el Viernes Santo en un día que para España no fuera la conmemoración de la Pasión y Muerte del Señor.
O las celebraciones en Tierra Santa que no coincidan con las fiestas en España. No sería imaginable una división de los católicos en la celebración de sus días más importantes. La Iglesia Católica es universal y celebra unida sus grandes fiestas.
Por otra parte, las Cofradías de Semana Santa, que ven cómo no van a poder salir en procesión por segundo año consecutivo, no ven sin embargo con buenos ojos ese cambio de fechas desligando los festivos del sentimiento religioso. Recuerdan que las procesiones conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo por encima de cualquier otro criterio.