Robert Ramírez era de origen venezolano y llevaba 3 años en Valencia (España). Su muerte “en acto de servicio” ha causado conmoción
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“Cuando fueron a intubarle los médicos, por segunda vez, para intentar salvarle la vida, tenía tan firmemente agarrado el rosario entre sus manos que ni aún con los fármacos, que eran relajantes musculares, que le suministraron para facilitar el procedimiento, podían retirárselo fácilmente… les fue en verdad muy difícil”. Es lo que explicó el sacerdote y médico Luis Sánchez a la revista “Paraula”, que dio la noticia de su fallecimiento.
Robert Ramírez falleció el 17 de febrero, después de tres semanas de lucha contra la covid-19 en el Hospital Arnau de Vilanova de Valencia.
El sacerdote se contagió atendiendo a los enfermos que tenía a su cargo, y todos han visto en él un acto de “entrega total e incansable”.
La revista “Paraula”, de la diócesis, lo describe como un sacerdote “alto, deportista, siempre jovial, con sentido del humor, que se desvivió en atender a los enfermos y a sus feligreses de su parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, de Valencia, como lo hizo en todos sus destinos anteriores.”
Conocía el riesgo
“No dudó un momento en aceptar el ofrecimiento que le hicimos para ser capellán de hospital, a pesar de que el centro Ernest Lluch que le asignamos estaba empezando a recibir enfermos también de covid”, recuerda Luis Sánchez.
Ayuda a matrimonios con problemas
La muerte de Robert Ramírez ha hecho que algunas personas den testimonio de su labor sacerdotal: “Era, como se dice ahora, una pasada su disponibilidad abierta para todos, y en especial para aquellos matrimonios que atravesaban problemas conyugales, y de hecho formó grupos con otros matrimonios para poder ayudarles”, recuerda Nuria, quien con su marido, Salva, colaboraba con él.

“Muy capacitado”
También el sacerdote Antonio Vargas, párroco de Nuestra Señora del Carmen, de L’Eliana, donde Robert Ramírez fue vicario, lamentó esta “muerte prematura”.
Vargas recuerda cómo era Robert Ramírez: “Entramos juntos en la parroquia hace dos años. Robert era una persona muy capacitada, que hizo una gran labor, especialmente en los centros de culto de las periferias”.
Además, logró dinamizar en dos años el culto en las capillas de otras zonas de L’Eliana, según explicó don Antonio.
Cuidando a familias de Venezuela en la distancia
Para Robert Ramírez, Venezuela seguía presente en su corazón. El joven párroco y capellán “era -dice Vargas- una continua correa de transmisión de solidaridad con su país, Venezuela, donde siempre estaba enviando medicinas y alimentos no perecederos a familias necesitadas”.
Funeral solemne en Venezuela
En la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza se celebró la misa exequial por el alma de don Robert, que presidió el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
Las cenizas del sacerdote serán repatriadas a Venezuela y está previsto que allí se celebre un funeral solemne en la iglesia catedral de Nuestra Señora del Pilar en Barinas, la diócesis de la que procedía.
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