Marzo es sinónimo de educación en varios países de América Latina. A pesar de que en varios lugares muchos siguen en pleno rodaje. No obstante, tanto la continuidad como el reinicio de clases sigue sin ser el habitual, pues desde 2020 la educación ha sido una de las tantas áreas afectadas de manera contundente por la pandemia del coronavirus.
En ese sentido, hubo variantes, desde países que han podido desarrollar el tránsito a la “presencialidad”, hasta otros que han combinado esos aspectos con lo virtual u otros que directamente han tenido que apoyarse totalmente en plataformas tecnológicas.
Todo esto ha generado otros efectos, entre ellos el de la desigualdad. Pues muchos niños y adolescentes han tenido que resignar sus estudios por no tener internet o directamente no poder adquirir insumos tecnológicos. El golpe ha sido duro para personas y familias de ámbitos alejados, como los rurales, pero también en los más carenciados.
“Banco de Tabletas”
Sin embargo, a pesar de las limitaciones, no han sido pocas las iniciativas que se han promovido a lo largo de 2020 y que continúan en 2021 para que los niños no dejen de estudiar. Es aquí donde entra un ejemplo proveniente de Ecuador y el proyecto denominado “Banco de Tabletas”.
Detrás de esta propuesta se encuentra la Red Educativa Arquidiocesana (REA) de Guayaquil en conjunto con la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). El objetivo, tal cual recuerda la web de la Arquidiócesis de Guayaquil, es beneficiar a más de 2.000 niños de bajos recursos con estos dispositivos electrónicos. Por otro lado, también aparece el respaldo de universidades como Casa Grande y Estatal de Milagro.
Educación, respuesta y adaptación
Según manifestó la directora de REA, Mariuxi Chavarria, la idea original consistía en la instalación de internet en una unidad educativa. Pero la pandemia cambió los planes y se encontró una solución en la disposición de tabletas para niños.
“Nosotros, a través de las plataformas, nos hemos enfocado en las necesidades educativas de los niños de 5 a 10 años, y hemos adaptado al modelo educativo que tienen las escuelas”, expresó Diego Carrera, investigador de la Espol, continúa la Arquidiócesis de Guayaquil.
De esta manera, en base a lo expresado por quienes están detrás del proyecto, es posible dotar de la tecnología adecuada para que los estudiantes puedan tener clases virtuales (también hay colaboración en cuanto a plataformas educativas y material didáctico).
En tanto, de manera adicional, también se recuerda que se han entregado miles de kits de alimentos a familias de diversos centros educativos. Otro ejemplo de compromiso en medio de una pandemia que continúa en los primeros meses de 2021.
Te puede interesar:
América Latina: Un 2021 distinto para la educación
Hoy celebramos a...