Entrevista EXCLUSIVA con el actor mexicano. Nos habla de quién es él, de sus proyectos más personales“Me gustaría darle vida a héroes mexicanos que no conoce la gente y que, de pronto, por medio de una película, podríamos darlos a conocer. Yo, como mexicano, tengo un compromiso con mi país, así que quiero que los jóvenes mexicanos vean a los héroes anónimos de nuestro país que, a pesar de que no son conocidos, de no haber hecho lo que hicieron, no estaríamos donde estamos.”
Eduardo Verástegui habla de esto y más en exclusiva a Aleteia. Del crimen de la pederastia y que está haciendo él para combatirla y de sus dos próximos proyectos cinematográficos.
Eduardo, muchas gracias por concedernos esta entrevista para Aleteia España.
Gracias, Jesús. Un placer de estar contigo.
La mejor versión de mi persona
¿Cómo te defines? ¿Quién es Eduardo Verástegui?
¡Uy, qué buena pregunta! De entrada te puedo decir que por la Gracia de Dios soy un hijo de Dios; por la Gracia de Dios, católico; gracias a Dios, mexicano; tamaulipeco, soñador, terco, rebelde, disruptivo. Pero siempre con el deseo, con el sueño, con la buena voluntad de querer agradar a Dios en todo, y de servir a mi prójimo, poniendo todo lo que está en mis manos para hacer de este mundo un mejor lugar.
Estoy en una lucha constante, mi prioridad es convertirme en la mejor versión de mi persona, alcanzar mi máximo potencial. ¿Y qué quiere decir esto? Convertirme en el hijo de Dios que Él quiere que sea. Eso es un trabajo de todos los días, que no termina hasta que mueres. Son tareas por medio de disciplinas espirituales para poder alcanzar la santidad a la cual Dios nos llama. ¡Somos llamados a ser santos!
Y todo esto te lo voy a resumir en una sola frase: soy un hijo de Dios que quiere estar con Él en el Cielo. Para poder llegar al Cielo tengo que ser santo, y la única manera de alcanzar la santidad es por medio de una vida sacramental. Una vida de oración, de meditación, de contemplación, de servicio a los demás.
Y en eso estoy; estoy en ese proceso, mi hermano. Reza mucho por mí y yo por ti para poder lograr ese objetivo.
Gracias, Eduardo. ¿Cuáles crees que son las habilidades y talentos que Dios te dio?
Es difícil analizarse de pronto uno mismo, verse al espejo y objetivamente reconocer, sobre todo identificar, los talentos que uno tiene; y también los defectos, porque es importante conocerse bien; como decía Aristóteles, “conócete a ti mismo”.
La conquista más grande es la conquista de ti mismo, pero no te puedes conquistar si no te conoces. Por eso tienes que conocer tus debilidades, para ver de qué manera puedes ir creciendo en virtud. Al final del día ésa es la meta, convertirte en una persona virtuosa.
Yo creo que una de las cosas que se me da, es que sí soy muy perseverante. Tal vez porque soy muy terco; así que no me rindo fácilmente. Y me gusta aprender todo el tiempo; estoy tratando de aprender algo nuevo todos los días en áreas que no conozco. Me gusta meterme de pronto en cosas en las que no tengo la menor idea, y nadar en esas aguas para aprender algo de lo que estoy seguro que me servirá en algún momento de mi vida.
Y en el área del arte se me ha dado la facilidad y la habilidad de producir películas independientes, lo cual es muy difícil y muy complicado porque vas contracorriente, no tienes la infraestructura de un estudio de empresas grandes, que cuentan con un fondo de inversión destinado a producir una serie de películas, una serie de contenidos anuales; porque es más fácil hacer proyectos en serie, que una sola película independiente, donde realmente tienes que hacerlo todo tú con tu equipo, desde encontrar la historia, desarrollar el guión, conseguir los fondos…
Hay que recaudar los fondos por medio de préstamos o de inversionistas, tocando la puerta siempre; y tratando de producir sin pasarte del presupuesto, lo cual es muy difícil porque hay muchos factores, tienes a 200 personas en un set, y si se enferma alguien ya te saliste del presupuesto. Si se te enferma el protagonista, o si llegó una tormenta ese día y tuviste que suspender la filmación uno o dos días, tu presupuesto empieza a temblar.
Así que, es muy complicado; sin embargo, es apasionante. Tengo el estómago para eso, porque hay que tener un estómago especial; es muy fácil colapsarte cuando ves la tormenta enfrente de ti y a 200 personas, con todos los directores de cada departamento llamándote para decirte que pasó esto o aquello. Tienes que resolver problemas todo el tiempo.
Así que creo que debe ser un talento eso de poder tranquilizarte, no perder la calma, y sobre todo mantener todo el tiempo el espíritu de esperanza y optimismo: “Todo va a salir bien, no se preocupen”; así se esté cayendo todo, mantener la estabilidad emocional en todo el equipo.
Ha sido Dios quien me ha dado la habilidad de hacer lo que me gusta, lo que me apasiona, pero sobre todo, quien me ha ayudado a darle la vuelta a lo que estoy diciendo ahora. Porque antes yo no era productor; trabajaba en el medio artístico, pero mi misión en la vida no era “voy a hacer de este mundo un mejor lugar por medio del arte”; cuando me levantaba en las mañanas no era ésa la meta, no porque no quisiera que ésa fuera la meta, sino simplemente por ignorancia; no sabía cuál era el propósito de mi vida. Yo pensaba que el propósito de mi vida era simplemente ser feliz, y para ser feliz yo creí que lo podía lograr por medio de la fama, por medio del dinero y por medio de mi trabajo como actor.
Durante diez años me di cuenta de que no era por ahí, porque aunque llegué a la cima en mi montaña, en muchos proyectos que tuvieron éxito, sin embargo, internamente yo no me sentía exitoso. ¡Me sentía vacío! Qué gran conflicto, por un lado, por fuera, parecía que todo brillaba, mientras que por dentro todo estaba oscuro.
La matanza de los inocentes
Pensando en tus aspiraciones, ¿cuál es el papel de tus sueños, el papel que te gustaría o te faltaría interpretar? ¿Y cuál es la película que te falta por producir?
Voy a empezar por la segunda parte de la pregunta. Una película de la cual ya tenemos el guión, que me apasiona muchísimo y que para mí es importantísima la historia por muchas razones, es la matanza de los Inocentes, que es la historia de cuando la Virgen María escapa a Egipto con san José y su bebé Jesús. Es toda esa aventura que en la Biblia no alcanzamos a ver en detalle, porque hay muy poca información.
Herodes, una de las personas más poderosas de ese entonces, humanamente hablando, se siente amenazado porque le han dicho que el Mesías ha nacido, y él quiere ser rey eterno. ¿Y qué pasa? Lo que sabemos porque nos lo revela la Biblia es que Herodes manda matar a todos los niños menores de dos años en la región. Después vemos que a José, en un sueño, el ángel se le aparece y le dice que vaya por María y su Hijo y que huyan a Egipto. Y es todo lo que sabemos.
Pero hay una licencia cinematográfica que nos permite llenar los espacios que no son revelados, mientras no se contradiga al Evangelio. Y eso fue lo que hicimos.
¡La historia quedó impresionante! Vamos a ver a una Virgen María joven, obviamente a una adolescente; la Tradición nos dice que era muy jovencita cuando dio a luz a Jesucristo nuestro Señor. Entonces imagínate, ver a una mujer adolescente, jovencita, ¡firme, fuerte, virtuosa, llena de Gracia! Camina y la tierra tiembla; cómo con su mirada derrite al que se le ponga enfrente. Vamos a ver cómo se escapan.
Si te fijas, realmente era imposible escaparse; pero para nosotros, que tenemos la fe, sabemos que es Dios quien interviene. Pero si quisiéramos contar la historia desde lo humano, desde la lógica, ¿cómo se escapó? Y ahí es donde entra lo interesante de esta película que queremos filmar en Valle de Guadalupe, México, el próximo año.
Es una película, un reto muy grande; una película grandota. Es una película muy importante, difícil de contar, por lo mismo que hay tan poca información revelada; así que hemos estado en oración desde hace años para que el guión pueda estar bien centrado en lo que es bíblico, y que, en lo que no, sientas que casi estás leyendo en la Biblia esos espacios. Tenemos muchos consultores, teólogos, que nos han ayudado muchísimo, y yo creo que esta es la película más grande y más ambiciosa que, Dios mediante, me permita producir.
Más adelante ya veré qué nos revela Dios; a lo mejor me pide otra cosa, o a lo mejor la segunda parte de esa historia, no sé. Pero lo que aquí tenemos, que podemos palpar, oler y leer es la película “María, Madre de Dios”; así se va a llamar. Yo creo que éste es el proyecto más ambicioso, que estamos ya a punto de arrancar; yo creo que para febrero del próximo año estaremos en pre-producción, para filmar en julio. Ése es el plan.
En cuanto a la primera parte de la pregunta que me hiciste, me gustaría interpretar a san Francisco de Asís; es un santo que admiro muchísimo. Pero en realidad hay muchos personajes que me encantaría interpretar, que son héroes; y estoy seguro de que cuando las personas vean sus historias en la pantalla, van a salir inspiradas y van a querer imitar a esos héroes, que han hecho de este mundo un mejor lugar. Hay muchísimos.
Me gustaría darle vida a héroes mexicanos que no conoce la gente y que, de pronto, por medio de una película, podríamos darlos a conocer. Yo, como mexicano, tengo un compromiso con mi país, así que quiero que los jóvenes mexicanos vean a los héroes anónimos de nuestro país que, a pesar de que no son conocidos, de no haber hecho lo que hicieron, no estaríamos donde estamos. ¡Y hay muchos héroes así! Quisiera llevar a la pantalla, ya sea por medio de series, películas o cortometrajes, contenido constante con potencial de alto impacto, no solamente con el fin de entretener, sino haciendo la diferencia en nuestra sociedad.
El arte tiene el potencial de transformar vidas para bien o para mal, para siempre, según sea la intención. Y la nuestra es la de sanar las heridas de este mundo, y elevar el intelecto de la audiencia hacia lo que es bueno, bello y verdadero.
En la Pasión estás reflejado un poco en todos los personajes
¿En la pasión de nuestro Señor Jesucristo, quién eres tu Eduardo? ¿Quizá Longinos?
Me identifico con un poco de todos. Por ejemplo, soy de “mecha corta”, y veo que Pedro también es de “mecha corta”; sin embargo, lucha contra sí mismo para poder mejorar esa parte, y Dios permite también esas cosas para aterrizarte cuando de pronto estás muy alzado por un lado, y Él te deja ver tus debilidades por otro lado y te aterriza. De quién soy en relación con los personajes durante la Pasión, decía yo que soy un poquito de cada uno. Porque cuando traicionamos a Jesús te sale el Judas que llevas dentro, y te sale el Pedro cuando pides perdón, y cuando te sientes muy fiel y estás lleno de amor te sale el san Juan. O cuando, por miedo, te lavas las manos, te sale un poquito de Pilato.
Es increíble ver por qué Dios nos cuenta todas estas historias; lo hace porque ahí estás reflejado un poco en todos los personajes, que no son de ficción. Porque las parábolas son parábolas, pero los personajes son reales.
A veces las humillaciones que puedes recibir de la vida, bien llevadas, bien enfocadas, son inyecciones de antibiótico para la soberbia y la vanidad, y de esa manera poder llegar a la humildad, una virtud muy poderosa que no te das cuenta cuando la tienes, porque si crees que la tienes ya la perdiste. El único que puede juzgarla es Dios, y ni siquiera tú puedes decir de otra persona: “Mira, qué humilde es”, porque no sabemos lo que hay en su corazón, o cuál es su intención.
Lo que sí podemos, debemos hacer, es pedirle a Dios la Gracia de la humildad, la pureza del corazón, que purifique nuestras intenciones. Y podemos estárselo pidiendo todos los días, porque en dos segundos se mancha el alma con un pensamiento o una mirada, y ya entró el enemigo que hace “lagartijas” mientras uno duerme.
Sin embargo, si constantemente estamos invocando a Dios, constantemente le estamos pidiendo su Gracia, y nos apoyamos de los sacramentos, de la oración y del Rosario, pues estamos equipados, somos soldados de Dios.
Básicamente, hay que estar siempre conscientes de que nos estamos jugando la eternidad. Y no sabemos en qué momento nos van a tocar la puerta, nadie nos garantiza que vayamos a llegar a los cien años. Más de 300 mil personas, creo, se mueren todos los días, de todas las edades; algún día seremos parte de esas 300 mil. Entonces, repito, que ese día estemos en estado de Gracia y “chambeando” para Dios.
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