Ahora que las personas están pasando más tiempo en casa que nunca, la necesidad de construir una cultura familiar saludable y feliz se siente apremiante.
La familia cristiana está llamada a ser una Iglesia doméstica, un modelo de amor trinitario, pero ¿cómo lo ponemos en práctica exactamente?
Soren y Ever Johnson son directores ejecutivos de Trinity House Community, un ministerio católico sin afán de lucro con la misión de “inspirar a los padres a vivir juntos con Dios, haciendo de sus hogares una pequeña muestra del cielo para compartir con otros para la renovación de la fe y la cultura”.
Han organizado una serie de talleres telemáticos llamados “El cielo en su hogar: cómo convertir una crisis en un tiempo de gracia para su familia y el mundo”.
Un lugar alegre que da paz
En 2014, Soren y Ever abrieron Trinity House Café en Leesburg, en Virginia (Estados Unidos), como una organización no lucrativa para la comunidad.
La cafetería se ha convertido en una comunidad alegre, con un calendario de programas sólido y un lugar que irradia paz desde el momento en que entras por la puerta.
Ahora los Johnson están exportando el modelo de Trinity House a otras familias, que pueden adaptar sus principios a sus propias circunstancias únicas.
“Un hogar cristiano puede promover la cultura, la comunidad, el arte y la música cristianos”, explica Soren en una entrevista.
“Podemos compartir nuestras vidas con vecinos y extraños, y convertir corazones sin nunca entrar en debates o discusiones, pero con un estilo de vida realmente convincente“.
Construir este tipo de hogar que da vida es el trabajo de su vida, pero hay consejos y trucos para poner en marcha el proceso.
Soren y Ever tienen años de experiencia en sus ministerios y en la crianza de sus cinco hijos. En una ocasión explicó lo que hace que una casa de Trinity House sea distintiva:
“Una Trinity House es un lugar donde la familia vive en comunión interpersonal. En teología, la Trinidad se describe como una familia. De alguna manera, este modelo va en contra del énfasis individualista de la cultura actual que antepone sus propias cosas y actividades, lo que en realidad conduce al aislamiento y la soledad y destruye el cielo en el hogar. En cambio, una Trinity House se basa en personas que piensan en los demás y se sirven entre sí, basando sus actividades en las necesidades de otras personas en lugar de solo en sus propios intereses. Analizamos las formas en que las personas de Dios viven juntas y cómo esto crea vínculos y felicidad.
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Reflexionemos sobre nuestra vida familiar
Ahora más que nunca, podemos beneficiarnos de ser intencionales sobre nuestras relaciones y cultura familiar. Soren se refirió a estas palabras de la bendición Urbi et Orbidel papa Francisco el 27 de marzo:
Este es “un momento para elegir lo que importa y lo que pasa, un momento para separar lo que es necesario de lo que no es. Es el momento de volver a encarrilar nuestras vidas con respecto a ti, Señor, y a los demás”.
“Este es un momento para profundizar en nuestras relaciones”, dijo Soren. “Tenemos que ser mucho más reflexivos sobre nuestra vida familiar”, agregó Ever.
En el interminable bullicio de las videollamadas, el aprendizaje a distancia, los plazos de trabajo y los platos sucios, puede parecer poco realista hablar del cielo en el hogar. ¿Cómo puede el Cielo tener una oportunidad en medio de la cacofonía que se refugia en el lugar con niños revoltosos?
Una meta real: esforzarse
Pero esta meta de un hogar celestial y lleno de amor es real y alcanzable, incluso para aquellos de nosotros que cometemos errores todos los días (¡y eso somos todos!).
“El paraíso en tu hogar -una muestra- es posible”, dijo Ever. “No tenemos que esperar simplemente al cielo. De hecho, podemos intentar modelarlo, obtener algo de alegría y exponer a personas que nunca han escuchado el Evangelio a una visión del cielo en la tierra “.
La perfección no es la meta, enfatizan los Johnson, sino el esfuerzo fiel. Si seguimos intentándolo, nuestro trabajo dará frutos.
“Nunca seremos perfectos en eso, pero si lo haces de una manera considerada, puedes construir algo mucho mejor que si te dejas llevar por la corriente del mundo”, dijo Ever.
“Tratamos de compartir con las familias que llevan la imagen de Dios. Dios es una comunión de personas; por eso las familias son un icono de la Trinidad. Tratamos de enraizar a la familia en esa visión y luego extraer sus implicacionesprácticas“.
Talleres para crear hogar
En sus talleres, los Johnson presentan los cinco niveles de una Trinity House:
1. Vida de fe: arraiga a tu familia en la vida de Dios
2. Persona y relaciones: cuida tu matrimonio y el desarrollo de cada miembro de la familia único y sus dones
3. Economía del hogar: cuidarse unos a otros a través del trabajo compartido
4. Cultura familiar: disfrutar de la vida y celebrar las tradiciones
5. Hospitalidad y servicio: compartir una vida llena de fe con los demás
El compromiso intencional de construir un hogar trinitario a veces puede dar más trabajo que dejarse llevar por la corriente de la cultura. ¿Por qué esforzarse?
Sobre todo, porque este modelo orientado al servicio imita el amor de Dios.
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Una valiosa aportación al mundo
Y, como dice el Catecismo, la familia es la célula principal o el bloque de construcción de la sociedad humana.
Las familias sólidas y los matrimonios sólidos tienen un impacto en el mundo que los rodea que no se puede subestimar. El papa Juan Pablo II dijo una vez:
“El futuro de la humanidad pasa por la familia”.
El Catecismo llama a las familias “islas de vida cristiana en un mundo incrédulo” y nos insta a tener en cuenta que “las familias creyentes son de primordial importancia como centros de fe viva y radiante” (1655-6).
Comprometernos a la obra de construir hogares santos, gozosos y vivificantes es el trabajo de todo cristiano laico.
A veces puede ser un trabajo duro, pero es uno de los trabajos más importantes y valiosos que jamás haremos, y la cosecha que cosechamos tendrá resonancia eterna.
El taller de Soren y Ever Johnson (en lengua inglesa) es muy útil para todas las familias cristianas que buscan hacer la voluntad de Dios y traer una muestra de Su gracia y misericordia a sus propios hogares.
Para información e inscripción, pincha aquí.
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