La Hna. Annie Demerjian ha informado a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) de que la pandemia ha paralizado la recuperación del país, así explica la situación: “Siria es como alguien que se ha sometido a una operación grave y que necesita curarse y recuperarse, pero que, de pronto, no tiene tiempo para ello. El mundo ha empezado a olvidarse de Siria y eso es doloroso”.
La Hna. Annie, una de las principales colaboradoras de ACN en Siria, explica que justo cuando la gente empezaba a recomponer sus vidas, la pandemia llegó como un golpe cruel: “Todo el mundo sabe que estamos saliendo de una situación muy difícil, de una guerra civil. La gente había vuelto a respirar tranquila y los cristianos que quedan habían empezado a recuperarse. Entonces, llegó la pandemia y la gente se derrumbó. Es una desgracia: no hay trabajo, no hay empleo”.
La Hna. Annie recalca que la combinación de la guerra civil, la pandemia y las nuevas sanciones económicas contra el Gobierno sirio han sumido a muchas personas en la más absoluta pobreza, y añade: “La vida sin electricidad y sin gas es muy dura, eso se debe a las sanciones. Solo cada dos horas tenemos una hora de electricidad y eso no es suficiente para calentar una casa. Además, no hay suficiente gas para cocinar”. Haciendo hincapié en la pobreza omnipresente, nos comunica: “Muchas veces recibimos llamadas de gente que tiene hambre, que no tiene nada para comer”.
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La alegría en los rostros por recibir un anorak
ACN ha ayudado a la Hna. Annie a proporcionar anoraks a más de 26.000 niños para los meses de invierno, en los que las temperaturas llegan a ser inferiores a cero grados.
La religiosa explica: “Un padre no puede comprar un anorak a su hijo porque un anorak equivale a todo su salario o más. Nuestra campaña iba destinada a las familias a las que les resultaba imposible equipar a sus hijos, y así hemos ayudado a miles de niños. No os podéis ni imaginar la alegría en los rostros y la mirada de estos niños cuando les dimos los anoraks. Fue ACN quien lo financió”.
La Hna. Annie, que destaca que la campaña de los anoraks proporcionó puestos de trabajo, añade: “Intentamos apoyar la economía: cuarenta tiendas y fábricas confeccionaron los anoraks, lo que también creó puestos de trabajo. Teníamos dos objetivos: crear puestos de trabajo y distribuir anoraks entre nuestros niños en este duro invierno”.
Para finalizar, la Hna. Annie ha dado las gracias a todos los que apoyan a ACN: “Incluso en estos tiempos difíciles, los benefactores de ACN no han dejado de apoyarnos. Rezaré por los benefactores y los empleados de ACN… estáis realizando una labor increíble, increíble. A través de ACN estamos ayudando a 270 familias a afrontar sus gastos diarios, también estamos financiando el alquiler de 84 familias en Alepo y un poco en Damasco”.