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¿Qué es el Gran Reseteo? (I) ¿Qué pretende el Foro de Davos 2021?

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Kiselev Andrey Valerevich | Shutterstock

César Nebot - publicado el 05/02/21

Uno de esos términos más vinculados a teorías de la conspiración en internet es GESARA, Gran Reinicio o Gran Reseteo. Mejor que un buen economista nos lo explique

Cada gran crisis económica tiene sus reacciones, no sólo en términos de medidas económicas sino también en planteamientos sobre cómo nos organizamos y cómo entendemos el mundo. Ahora se habla de GESARA, pero ¿qué es exactamente?

Tras la segunda Guerra Mundial, los planteamientos no eran únicamente económicos: Para salir de una contracción económica de países devastados por todo el mundo, también se confrontaron formas de entender la organización mundial, lo que sustentó una larga Guerra Fría entre EEUU y la URSS.

Tras los atentados del 11S, ante el temor de la paralización económica, el presidente de los EEUU animaba a sus conciudadanos a gastar a crédito; como si el consumismo material, tan cuestionado hasta la fecha, fuer un signo de patriótico de primera magnitud.

¿Refundación para evitar la catástrofe?

Al explotar la crisis del 2008, tras la caída de Lehman Brothers, dirigentes occidentales, como el presidente Sarkozy abogaban por refundar el capitalismo. Anunciando que la auto regulación de los mercados no era suficiente y que debía cambiar.

Como Jonás ante Nínive clamando por su conversión, se insistió en esa refundación para evitar la catástrofe económica. Pero las intervenciones no fueron en la línea de una intervención total pública de los mercados; sino que a base de ayudas de liquidez y compras de activos tóxicos, se acabó convergiendo en que el sistema económico y social iba a ir absorbiendo poco a poco la incertidumbre.

En la crisis de 2008, por tanto, aquello de refundar o reformar el capitalismo quedó como pura retórica. Simplemente se refinanció.

Casi una década tardó el sistema económico en digerir, con consecuencias, aquel momento crítico en el que todo un apocalipsis de quiebra del sistema parecía posible.

Como resultado, el capitalismo global se mantuvo como sistema, pero su refinanciación pasó una factura social que fue el caldo de cultivo del auge de los populismos de izquierda y derecha en países avanzados. La factura se tradujo también en una mayor inestabilidad política en los países democráticos.

Al cabo de esta década, desde ámbitos académicos se han planteado teorías sobre las características del capitalismo del primer cuarto del siglo XXI y qué futuro tiene o debe tener. Estas teorías parten de dos evidencias: primera, el capitalismo ha permeado en todos los sectores y ámbitos geográficos del planeta; segunda, es el único sistema socioeconómico que perdura y el comunismo dejó de ser una opción sustitutiva válida.

Los tres tipos de capitalismo

A partir de estas evidencias, se impuso una tipología que acabó impulsándose desde el Manifiesto de Davos del Foro Económico Mundial del 2020. Se consideraría tres tipos de capitalismo:

  • el de los accionistas, que persigue maximizar el beneficio como principal objetivo;
  • el del Estado, en el que el sector público maneja la economía;
  • y el capitalismo de stakeholder, o llamado de partes interesadas, en el que las empresas cumplen un papel director de la sociedad cumpliendo una serie de condiciones éticas y de justicia social.

Davos aboga por esta última forma de capitalismo como respuesta a la crisis que se deriva de la pandemia COVID-19.

Klaus Schwab, desde el Foro Económico Mundial junto el Fondo Monetario Internacional, y el Príncipe Carlos, plantean aprovechar los cambios que están sucediendo con ocasión de la pandemia para proponer un reseteo del sistema económico: el Gran Reseteo Global más conocido como GESARA.

Se pretende reconstruir el sistema económico y social bajo ciertas directrices, apostando por el capitalismo de partes interesadas. Pero este tipo de sistema económico requeriría de un sistema de valores que rigiera el comportamiento económico.

¿Qué es bueno y qué no?

Desde las revoluciones liberales y revoluciones sociales del siglo XIX, el debate sobre el valor de los bienes económicos suscitó una controversia, que se extendió hasta el siglo XX, con dos formas de entender el sistema socioeconómico.

Por un lado, el basado en la teoría del valor subjetivo, en el que cada individuo expresa, desde su libertad, sus preferencias en el mercado, dando la economía de mercado. Y, por otro lado, el basado en el valor objetivo, que externaliza el criterio por ser objetivo, olvidando al sujeto y su libertad. Como la razón de asignación es objetivable, no precisa de la libertad individual ni la existencia de un mercado.

Este último dio lugar a las autocracias, como los fascismos y comunismos del siglo XX; donde un dictador, conocedor de los valores que son objetivamente buenos para todos, tiene la capacidad de dictar cómo debe regirse el sistema socioeconómico.

El siglo XX se convirtió en el siglo de mayores masacres por razón de ideología. Al final, se saldó con la consolidación de la economía de mercado por, entre otros motivos, su capacidad de globalizarse. La economía de mercado permite que individuos de culturas diferentes, que no necesariamente compartan los mismos valores, puedan tener relaciones económicas en libertad.

En cambio, era mucho más complicado para un sistema socioeconómico como el comunista. Para que el comunismo se expandiera, necesitaba imponer un sistema de valores previamente en la población, eliminando la libertad individual en favor de supuestas libertades colectivas para una nueva humanidad, y obligando a acatar el valor objetivo dictado por el partido.

En definitiva, el relato aunador de cooperación económica del capitalismo era menos invasivo, con mucha diferencia. Eso fue una clave de su éxito.

El World Economic Forum y su labor

Pero el capitalismo no está exento de problemas, y las crisis que se suceden muestran que, efectivamente, dispone de dificultades. La crisis del 2008 demostró algo que los economistas tenemos ampliamente estudiado: Los mercados donde existen fuertes incentivos a esconder la información de la naturaleza de lo que se transacciona, muestran un comportamiento terriblemente ineficiente, seleccionando los peores productos y servicios.

La diseminación de productos financieros tóxicos, desplazando aquellos que tenían buenas garantías, tuvo un fuerte componente de selección adversa.

No obstante, por otra parte, habría que dilucidar si las crisis de deuda y crisis monetarias, que han generado graves consecuencias de orden social, han tenido origen realmente en el capitalismo en sí mismo, o no.

Para ello necesitaríamos constatar que sin capitalismo no sucedería lo mismo. Si no aportamos evidencia suficiente al respecto, ensalzar como solución sistemas económicos superados u alternativos, estaría más en la esfera de lo dogmático que de lo científico.

El Gran Reseteo

A pesar de ello, el debate entre si el capitalismo debe morir o si está en auge ha persistido. En las últimas décadas se ha pretendido, a partir de las crisis, o bien reformarlo, resetearlo o sustituirlo.

El World Economic Forum, fundado por el profesor Klaus Schwab en 1971, reúne cada año a jefes de Estado, millonarios y grandes líderes empresariales para reflexionar sobre cuestiones económicas y de gobierno. Si bien al principio estos encuentros anuales en Davos fueron muy discretos, poco a poco fueron convirtiéndose en eventos mediáticos de primer orden en un mundo que se iba globalizando.

La edición del 2021 del Foro de Davos versará sobre el Gran Reseteo. Contará con participación online mundial de diferentes grupos, representantes de intereses, de cara a considerar cómo remodelar el futuro en la línea del capitalismo de stakeholders.

Los diferentes impulsores del Foro insisten que la crisis de la COVID-19 es la oportunidad perfecta para promover los cambios en el capitalismo.

Las grandes dudas

Ante todo esto, cabe formularse varias preguntas de las que deseo destacar dos:

¿Estamos en un momento en el que, con ocasión de la pandemia se pretende imponer un sistema de valores único a nivel global, que condicione el capitalismo? ¿O realmente se pretende una democratización honesta de los sistemas económicos a nivel global?

¿GESARA acabará siendo un espejismo que impondrá un sistema nuevo, procurando la aceptación por parte de la población de condiciones más precarias que se derivarán de la crisis? ¿O realmente se pretende una mejora honesta de las condiciones y la sostenibilidad?

Seguimos profundizando en próximos artículos




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