El testimonio en Aleteia de un famoso cura de Nicaragua, símbolo de resiliencia y fe en el país centroamericano Lo han llamado “superhéroe” y hasta “ángel” de Masaya (Nicaragua). En los últimos años el sacerdote Edwin Román, vinculado a la iglesia San Miguel, se ha transformado en una de las caras más visibles del asedio del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia en ese país centroamericano.
En Aleteia hemos dedicado varios artículos donde aparece su historia y protagonismo. Por ejemplo, el día que una foto suya junto al obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, hizo llorar a todos.
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Sin embargo, este 4 de febrero el padre Edwin volvió a sorprender a todos con un mensaje publicado en Twitter y fuera de lo que tiene que ver con la Iglesia y el asedio en Nicaragua.
En este caso, nada más ni nada menos, que un mensaje bastante particular sobre el “Día Mundial contra el Cáncer”.
“Hoy no dejo de orar, por quienes padecen de esta enfermedad. Tengo la experiencia personal haberla padecido en mi mandíbula, en alto grado de malignidad; se de los estragos de las quimioterapias y radiaciones. Tengan fe, piensen en positivo, ofrezcan a Dios ese sufrimiento”, dice Román en su mensaje.
Hoy no dejo de orar, por quienes padecen de esta enfermedad. Tengo la experiencia personal haberla padecido en mi mandíbula, en alto grado de malignidad; se de los estragos de las quimioterapias y radiaciones. Tengan fé, piensen en positivo, ofrezcan a Dios ese sufrimiento. pic.twitter.com/F2oHjLc4eV
— Edwing Román (@EdwingRoman14) February 4, 2021
“Gracias a Dios es un milagro”
A raíz de este mensaje, Aleteia se contactó con el padre Edwin para que comentara un poco más sobre un episodio para muchos desconocido de la vida de este famoso sacerdote en Nicaragua.
Fue así que confirmó que hace ya 15 años, estando de párroco en San Antonio, Jinotepe, padeció un tumor canceroso de algo grado de malignidad. Pero también enfatizó que pudo salir adelante con el apoyo de su comunidad parroquial y amigos, quienes lo ayudaron a solventar los costosos tratamientos.
“550 dólares cada 3 semanas, varias sesiones, luego 25 sesiones de radiaciones a causa de ello perdí el gusto y olfato por varios meses, más quemadura de mi boca y lengua”, señaló Edwin a Aleteia.
Y luego agregó: “Gracias a Dios es un milagro, el mismo oncólogo me lo dijo”.
Por último, Edwin contó qué le dejó aquella experiencia y hasta ofreció un breve mensaje para quienes padecen la enfermedad:
“Tuve la experiencia espiritual de desprenderme de lo que a uno le puede atar en este mundo, para sentirse totalmente en manos de Dios en el momento que el decidiera sobre mí. Animo a que mantengan la fe y el optimismo para enfrentarla y apoyemos espiritual y económicamente a quienes lo padecen. Es obra de caridad, vivamos la misericordia”.
Un sistema de salud pésimo
El padre Edwin tuvo que padecer esta enfermedad en un país donde actualmente uno de los tipos de cáncer que más está afectando es el de mama. Además, todo se da en medio de un contexto complejo debido a la pandemia del coronavirus.
“El sistema de salud en Nicaragua es pésimo, es politizado, lo hemos visto recientemente con los dos huracanes que nos afectaron igualmente por el covid-19. En los hospitales estatales son largas filas para atención y luego esperar cita por mucho tiempo para ser atendido con el médico, además son sometidos a bombardeo de propaganda política en las paredes internas de hospitales y centros de salud del Estado”, dice Edwin.
“Por nuestras parroquias no dejan de pasar personas humildes pidiendo ayuda para sus medicinas. En los hospitales de Nicaragua sólo recetan Acetaminofen”, finaliza este hombre que de alguna manera ya puede ser considerado símbolo de resiliencia y fe en Nicaragua.
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