Las imágenes son bastante elocuentes y generan un verdadero dolor. La capilla “Nuestra Señora del Carmen” del reciento La Soledad, en la parroquia del Progreso (Galápagos, Ecuador) fue profanada entre el 13 y 17 de enero.
La información fue difundida por la propia Iglesia en Ecuador a través del sitio oficial. A través de un comunicado se explica que si bien la capilla territorialmente no pertenece al Vicariato Apostólico de Galápagos en años anteriores “se ha trabajado en el lugar para beneficio de los lugareños”.
Si bien lo acontecido ya hace unos días en esa capilla pasó un tanto desapercibido, también hubo un reconocimiento público que llamó la atención:
“Los últimos meses ha habido un descuido debido a múltiples factores tanto civiles como eclesiásticos que han impedido la plena atención pastoral del sector. A pesar de esto el día miércoles 13 de enero de 2021 el Obispo Vicario Apostólico, Mons. Patricio Bonilla, realizó una inspección de la capilla para retomar el trabajo pastoral; hasta ese momento la capilla estaba sin novedades”, se indica.
Pero más tarde se confirmaría el ataque y el propio domingo 17 por la mañana fueron familiares del comandante de la sub zona de Policía de Galápagos (de turismo en ese momento) quienes constataron que la puerta estaba “abierta”, tal cual se confirmó a Aleteia desde el Vicariato Apostólico de Galápagos.
La Virgen del Carmen decapitada
“Ellos (los familiares) se encuentran con el trágico escenario en el cual se observa a la imagen sagrada de la Virgen del Carmen, que era venerada en un altar de piedra, tirada por los suelos rota la cabeza y el divino Niño que llevaba en sus brazos de igual forma sin cabeza y roto en pedazos”, se indicó a Aleteia desde el Vicariato.
Inmediatamente, las personas se ponen en contacto con las autoridades eclesiásticas para inspeccionar el lugar.
“La puerta había sido abierta violentamente de una patada, subieron hasta el lugar donde estaba la imagen sagrada y, levantándola de donde se encontraba empotrada, la tiran al suelo desde una altura aproximada de tres metros”, se continuó desde el Vicariato..
“Se sustraen una medalla condecorativa que estaba impregnada en el vestido de la Virgen, la cual fue otorgada por la Policía Nacional por ser su Patrona, cometieron actos inmorales y finalmente patearon todos los jarrones de flores que adornaban el altar”, se agregó.