separateurCreated with Sketch.

Una hora diaria de adoración basta para cambiar el mundo

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Claudio de Castro - publicado el 11/01/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

“Desde el momento que empezamos a tener una hora de adoración cada día, el amor a Jesús se hizo más íntimo en nuestro corazón, el cariño entre nosotras fue más comprensivo y el amor a los pobres se nos llenó de compasión”, relata santa Teresa de CalcutaAyer me telefonearon de una emisora de radio católica en los Estados Unidos, y me preguntaron  si podría dar mi opinión como autor católico.

No lo pensé un instante y respondí: “Me gustaría hablar del sagrario y los beneficios de la Adoración Eucarística”. Les encantó la propuesta.

En medio de la entrevista recordé algo que acaba de leer sobre la Madre Teresa de Calcuta. Justo lo tenía impreso para volver a leerlo. Fue tanta la impresión que lo guardé cerca y pude compartirlo en la radio.

Quisiera que tengas la oportunidad de leerlo. Es una historia maravillosa. Te muestra el poder de la oración y los milagros que ocurren con la adoración eucarística en la Hora Santa:

Recién en 1973, cuando empezamos nuestra Hora Santa diaria, fue que nuestra comunidad comenzó a crecer y florecer. … En nuestra congregación solíamos tener adoración una vez a la semana durante una hora; luego en 1973 decidimos dedicar una hora diaria a la adoración. El trabajo que nos espera es enorme. Los hogares que tenemos para los indigentes enfermos y moribundos están totalmente llenos en todas partes.

Pero desde el momento que empezamos a tener una hora de adoración cada día, el amor a Jesús se hizo más íntimo en nuestro corazón, el cariño entre nosotras fue más comprensivo y el amor a los pobres se nos llenó de compasión, y así se nos ha duplicado el número de vocaciones. Dios nos ha bendecido con muchas vocaciones maravillosas. La hora que dedicamos a nuestra audiencia diaria con Dios es la parte más valiosa de todo el día.”


TERESA
Te puede interesar:
10 frases impactantes de la Madre Teresa de Calcuta

“Ven”

Jesús anhela recibir nuestro amor. Muchas veces he sentido su llamado, en lo más hondo del alma:

“Claudio, ven a verme”.

Como ocurre en momentos que estoy enredado en algún asunto, le he dado largas, pero Él insiste.

“Aquí estoy”.

Al final siempre me vence y detengo el auto en alguna iglesia. Me bajo y voy al oratorio donde tienen el sagrario. Cuando entro descubro el motivo. Estaba solo.

“Aquí estoy, Jesús”

“Aquí estoy Jesús”, le digo sonriéndole. Le pido perdón por tenerlo abandonado. De pronto experimento como pedacitos de cielo. Un gozo interior, espiritual, que se desborda en mi alma. ¿Lo has experimentado alguna vez?

Él sabe que disfruto escribiendo. Y de pronto me llueven las ideas y las palabras. Saco del bolsillo papel y un bolígrafo: “Despacio Jesús que no puedo escribir tan rápido”. Y me sonrío por sus ocurrencias.  Así he escrito muchos de mis libros, ante el sagrario, en la dulce presencia de Jesús.

Amable lector, no dejes solo a Jesús. Y cuando vayas a verlo por favor dile: “Claudio te manda saludos”. Ya sabes que me encanta sorprenderlo.

¡Dios te bendiga!


Tabernáculo
Te puede interesar:
Una detallada Hora Santa para orar sin desperdicio

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.