El 26 de diciembre, el joven nicaragüense Kevin Monzón de apenas veinte años de edad salió por tercera ocasión de la cárcel. ¿Se trata de un delincuente juvenil irredento? No es exacto. Su delito es ser un “tiktoker” contrario al presidente Daniel Ortega
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Este muchacho delgado –nativo de la barriada Jorge Dimitrov en Managua– pasó la Navidad en la Estación Cinco de la Policía de la capital de Nicaragua. Fue detenido por tercera ocasión el 16 de diciembre. Como en las anteriores ocasiones, ha permanecido encerrado sin cargos en su contra o con cargos más que sospechosos de haber sido inventados.
Monzón (que antes se ganaba la vida en el comercio del Mercado Oriental de Managua) se autodefine como un “activista digital”. Como tantos muchachos, pertenecía a las juventudes sandinistas, pero ha roto con el régimen que encabeza Ortega y ahora vive a salto de mata.
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