En Estados Unidos, la temporada de la Liga Nacional de Baloncesto (NBA, por sus siglas en inglés) ha reiniciado sin la asistencia de público en muchos estadios. Esta vez son los treinta equipos los que volvieron a la duela (no 22, como finalizó la temporada pasada, en una burbuja en la ciudad de Orlando, Florida).
Con ella, como corresponde a la edad del coronavirus, han comenzado a surgir las historias de la pandemia en las familias de estas estrellas mundiales, hombres de estatura colosal (y de salarios también colosales) como la del pívot dominicano-estadounidense , Karl Anthony Towns-Cruz (25), su madre y su familia.
Una cadena de tragedia
Towns jugador de los Timberwolves de Minnesota, perdió a su madre, Jacqueline Cruz (nacida en República Dominicana en 1960) el pasado 13 de abril después que luchara contra la covid-19 desde el 25 de marzo. Ella fue la muerte inicial de una cadena de tragedia que azotó a la familia, muriendo, hasta el inicio de la temporada de la NBA, seis personas más por el virus.
“Jackie era muchas cosas para muchas personas: una esposa, madre, hija, abuela, hermana, tía y amiga. La matriarca de la familia Towns, fue una increíble fuente de fortaleza; una pasional, cariñosa y extremadamente amorosa persona, que tocó a toda persona que conocía. Su pasión era palpable y su energía nunca será reemplazada”, decía, por aquel entonces, el comunicado de los Timberwolves.
La familia del pívot de 2.11 metros de altura, agradeció al personal médico del Penn Presbyterian Medical Center y el JFK Medical Center, “quienes pelearon por Jackie día y noche, y ayudaron a Karl papá a recuperarse del mismo virus que cobró la vida de Jackie”. Sin embargo, los siguientes meses, otros seis familiares le fueron arrebatados por el mismo virus.
Ese Karl murió el 13 de abril
Tras el partido inicial de la temporada en el que Timberwolves derrotaron por 111-101 a los Pistons de Detroit, en el que Towns tuvo un papel relevante con 22 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias, un robo y 2 tapones en 30 minutos que estuvo en la duela, decidió llevarse el balón del juego en memoria, principalmente, de su madre, mentora, porrista, hincha y motor de su carrera atlética.
Costumbre de la NBA es que entrenador o jugadores destacados den una conferencia de prensa al finalizar el partido, en este ocasión los periodistas preguntaron a Town el por qué de llevarse el balón del juego y qué significaba para él haber regresado al circuito después de haber perdido a su madre y a sus familiares.
“Ese Karl murió el 13 de abril y no volverá. Estás hablando con el yo físico… Ese hombre del que estás hablando del 13 de abril o antes, no lo conozco. Él se quedó allí“, respondió ante la consulta de los periodistas sobre sus sentimientos en la duela y al finalizar el primer encuentro de su equipo con el que ya cumple su quinta temporada en la NBA.
A una pregunta de la reportera de Fox, reveló que el balón que se llevaba era por la memoria de su mamá, pero también agradeció a su padre todo lo que ha hecho por él y lo que ha sufrido en estos tiempos. Dijo que estaba “feliz” por volver a hacer lo que tanto le gustaba a su madre que él hiciera.
Acunar el balón
Karl formó parte del equipo de basquetbol de República Dominicana cuando tenía apenas 16 años de edad, lo que fue un gran homenaje a los orígenes caribeños de su madre, a la que adoraba.
El periodista Jon Krawczynski, especializado en básquet y redactor de The Athletic, describió cómo vio al dominicano una vez finalizada la velada. “He cubierto Karl-Anthony Towns durante seis años. Nunca lo había visto acunar una pelota con tanta ternura y mirarla con tanta nostalgia como lo hizo con esta”, detalló sobre el momento en que el jugador tomó la pelota naranja y se fue hacia el vestuario.
En otra entrevista había dicho: “Nunca la podré reemplazar; lo único que puedo hacer es tomar algunos pedazos de ella y llevarlos a mi vida”. Y eso es lo que ha empezado a hacer esta nueva temporada Town. El inicio, el pasado 23 de diciembre, fue muy especial para él. Y para su equipo.
Hoy celebramos a...