En un año marcado por la pandemia y una ferviente discusión por la despenalización del aborto en Argentina, un suceso que llena de esperanza y ánimo Por la pandemia, tradicionales costumbres como las posadas o los pesebres vivientes de las parroquias estarán imposibilitadas. Pero algo de recreación del Nacimiento se vivió estos días en Almirante Brown, Gran Buenos Aires, sin ninguna intención de ficción.
La madre buscaba llegar a un centro de asistencia para que nazca el niño, pero pese a estar en los alrededores del Hospital Lucio Meléndez, todo se desencadenó antes de tiempo. Por la zona patrullaba el agente de policía Matías Rodríguez, quien advertido por un hombre que estaba junto con la parturienta, se acercó, se colocó un par de guantes, convocó a una enfermera, y recibió a la bebé.
Fue un parto rápido, sin complicaciones, en la calle. En poco tiempo, madre y niña pudieron ser ingresadas al hospital, y recibir cuidados, además de la visita del “policía obstetra”, junto con su compañero de patrulla.
Curiosamente, es la tercera vez que Matías Rodríguez asiste a una vida naciente en la calle, aunque nunca, como aclaró al diario Clarín, tuvo lo oportunidad de hacerlo desde el principio. “Fue hermoso para mí porque estuve desde el primer momento, y en medio de esta situación que estamos viviendo. La llegada de esta niña trajo felicidad, muestra lo maravillosa que puede ser la vida”, dijo al diario.
Matías y la alegría por el nacimiento
En lista de espera para adopción
En otra ocasión, Rodríguez asistió a una mujer, que como en este caso, no llegó a ingresar al hospital. Pero en otra, acudió a un llamado de una vecina que escuchaba llantos y halló una bebé recién nacida, abandonada.
El episodio fue hace más de un año. La niña se encuentra en un hogar, sana, en espera para ser adoptada. Y el propio Matías inició los trámites para poder hacerlo él mismo, después de hallarla. “Todavía no pude adoptarla, la burocracia y el tema de los papeles tardan mucho. Ya hice los trámites, estoy anotado en registro de adopción, a la espera y con mucha fe”, expresó a ese diario.
Matías junto a la enfermera que lo asistió en el parto
También este año
A principios de mes, también en el Gran Buenos Aires, en Villa Celina, las policías Lorenza Muñoz y Sabrina Brizuela acudieron a la asistencia de una mujer descompensada en plena calle. Si bien convocaron a una ambulancia, el parto era inminente y tuvieron que asistir a la madre en el nacimiento de una niña en la vía pública. Mamá y bebé fueron luego trasladadas a un hospital, en buen estado.
Y poco antes, a finales de noviembre, dos agentes de la Policía de Rosario advirtieron las señales de ayuda de una mujer embarazada, la subieron a su patrullero para trasladarla a un Hospital, pero por los dolores debieron detener el coche, asistirla en el alumbramiento, y luego completar el traslado. Mamá y niño, también, como en los otros casos, llegaron en excelentes condiciones.
Mientras todos se refugiaban, este año Pandemia tuvo a los oficiales de policía saliendo más que nunca a cuidar y resguardar la vida. Y en circunstancias no tan extraordinarias, también, recibiéndola.
En un año tan particular, marcado por una pandemia (más de 40.000 fallecidos en Argntina) y un fin de año marcado por el ferviente debate sobre la despenalización del aborto, estas cosas llenan el alma.
Además, hace recordar aquello de Jesús: “Lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo” (Mt 25, 40).
Matías, protagonista de un milagro de Navidad en Argentina:
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