El Pontífice encomendó a la Patrona de México y América Latina su intercesión en estos momentos difíciles de pandemia que vive el pueblo de Dios.Este sábado 12 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe el Papa Francisco presidió la Celebración Eucarística en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro y destacó tres palabras inspirado en la Virgen ‘morenita’ que se apareció a san Juan Diego en 1531 en México: Abundancia, bendición y don.
Francisco pidió a los fieles contemplar la imagen de la Virgen de Guadalupe para pedirle a Dios la gracia de seguir su estilo de: la generosidad, la abundancia, el bendecir y nunca maldecir. Y transformar nuestras vidas en un don para los demás.
El primer papa latinoamericano dijo que mirando a la imagen de la Virgen de Guadalupe se observa el reflejo de estas tres realidades: Abundancia, bendición y don.
Por medidas anti Covid-19 asistieron sólo una representación diplomática de los países de América Latina ante la Santa Sede, una delegación de los Colegios con seminaristas y sacerdotes del continente que estudian en Roma, y una representación de la comunidad latinoamericana a través de su capellanía.
Abundancia
Dios siempre se ofrece en abundancia. Él no conoce las dosis. Se deja dosificar por su paciencia. Somos nosotros los que conocemos por nuestra naturaleza misma, por nuestros límites, la necesidad de las cómodas cuotas.
Pero, subrayó, que Dios se da en abundancia totalmente y en donde está Él hay abundancia.
El Papa reflexionó también sobre el misterio de la Navidad y recuerda las palabras del profeta Isaías sobre un Dios que se da “entero”.
Remarcó que el único limite que tiene Dios es “la imposibilidad de darse de otro modo que no sea en abundancia”.
Bendición
En la misa con motivo de la festividad en honor a la Patrona de México y América Latina, el Papa rememoró también que el encuentro entre Isabel y la Virgen María es una “bendición”. “Bendecir es decir ‘bien’ y Dios desde la primera página del Génesis nos acostumbró a este estilo suyo de decir bien.
La segunda palabra que pronuncia según el relato bíblico es: Y era bueno y está bien, era muy bueno”.
El estilo de Dios es siempre decir ‘bien’. Por eso, la maldición va a hacer el estilo del diablo, del enemigo.
El estilo de la mezquindad, de la incapacidad de donarse totalmente. El decir mal. Dios dice bien y lo dice con gusto, lo dice dándose; se da en abundancia diciendo bien, bendiciendo”, expresó el Papa.
Don
En su homilía, destacó, la tercera palabra: don. Señaló que “esta abundancia, esta bendición” es un “don”.
“Un don que se nos da en el que es toda gracia, que es todo él, es toda divinidad ¡en el bendito! Un don que se nos da en la que está llena de gracia, en la bendita; en el bendito por naturaleza y la bendita por gracia”.
El Papa dijo que estas son dos referencias marcadas por la Escritura. “A ella se le dice: ‘Bendita tu entre las mujeres, llena de gracia’.
Jesús es el bendito, el que traerá la bendición. Y mirando la imagen de nuestra madre (señalando el cuadro de la Virgen de Guadalupe), esperando al bendito en la llena de gracia, entendemos un poco esto de la abundancia del decir bien, del bien decir”.
Así, dijo, se entiende el ‘don’ de Dios. “El don de Dios se nos presentó en la abundancia de su hijo por naturaleza y en la abundancia de su madre por gracia”.
“El don de Dios se nos presentó como una bendición, en el bendito por naturaleza y en la bendita por gracia. Este es el regalo que Dios nos presenta y que ha querido continuamente subrayarlo, volverlo a despertarlo a lo largo de la revelación”, abundó.
“Bendita tu eres entre las mujeres porque nos trajiste al bendito. Yo soy la madre del Dios por quien se vive, el que da la vida, el bendito”.
Virgen de Guadalupe
Francisco pidió a los fieles contemplar hoy la imagen de la Virgen de Guadalupe para “robarle” a Dios la gracia de seguir su estilo de: generosidad, abundancia y bendecir, nunca maldecir. Y, de esta manera, transformar sus vidas en un don para las otras personas, concluyó.
Por último, el Papa encomendó a la Virgen de Guadalupe su intercesión en estos momentos difíciles de pandemia que vive el pueblo de Dios.
Acompañó esta sentida celebración, el Coro de los Pontificios Colegios Pio Latinoamericano y Pio Brasileño, además del Coro de la Capilla Sixtina. El coro cantaban la ‘guadalupana’, mientras el Papa estuvo varios minutos rezando delante al cuadro de la Virgen.