De lunes a domingos y bajo estrictos protocolos de seguridad. Así se ha dispuesto la repertura del emblemático Santuario de la Virgen del Chapi en Arequipa, Perú.
Se trata de un sitio cargado de fe y devoción que tuvo que permanecer cerrado debido a la pandemia del coronavirus. Sin embargo, luego de ocho meses, una vez más los peregrinos pueden volver a “abrazar” a la Virgen.
Santuario en el desierto
El amor a la Virgen del Chapi, también conocida como “la Mamita” data del Siglo XVIII. El actual santuario tiene una capacidad para 3.000 visitantes y está ubicado en una zona desértica. Se caracteriza por ser un lugar que congrega a personas provenientes de diversas regiones. Pero la pandemia del coronavirus todo frenó.
Fue por eso que durante este tiempo las celebraciones y veneración se tuvieron que hacer, como en todo el mundo, de manera virtual.
Algunas restricciones
No obstante, a pesar de la alegría por volver a “abrazar” a la Virgen del Chapi, también se ofrecer algunas limitaciones. Por ejemplo, la ausencia de agua bendita, el contacto con las imágenes y el distanciamiento físico. Además, como en otros lugares del mundo, durante las celebraciones religiosas la comunión se ofrecerá en la mano.
Pero estas limitaciones no logran evitar, en definitiva, tanto amor. Es por eso que la reapertura, a pesar de números que dan cuenta de más de 36.000 fallecidos en Perú, representa un nuevo gesto de esperanza, de empatía de la Virgen con sus hijos.
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