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El coronavirus se llevó a 10 jesuitas en Colombia en los últimos días

COLOMBIA

Jesuitas Colombia

Lucía Chamat - Aleteia Colombia - publicado el 05/12/20

En Colombia, país donde el coronavirus ha dejado más de 37.000 fallecidos, murieron diez religiosos jesuitas por esta causa y tres más por otras enfermedades

Trece sacerdotes jesuitas de edad avanzada murieron recientemente en Colombia, 10 de ellos a causa del coronavirus y dos de ellos hermanos. Esto llena de luto a los miembros de la Compañía de Jesús.

Según confirmó el provincial de la comunidad en el país, padre Carlos Eduardo Correa, tres murieron por diferentes causas. Ellos son Alfonso Llano, Luis Carlos Herrera y Carlos Alberto Cardona). Los otros 10 se fueron después de padecer con el coronavirus. Además de confirmar la noticia que entristece a su comunidad, agradeció por sus vidas de entrega y amor a la misión de Jesús.

Alfonso Llano Escobar 

El más conocido de los jesuitas recientemente fallecidos fue Llano Escobar. Se trata de un destacado académico, principal promotor de la bioética en el país, escritor y columnista. Precisamente el 3 de diciembre, día de sus exequias y día de San Francisco Javier, se cumplieron 64 años de su ordenación sacerdotal.

El padre Llano –quien hace varios años estaba dedicado de salud– fue doctor en Teología y Filosofía, y desde 1970 profesor de Humanidades, Filosofía, Ética y Teología Moral en la Pontifica Universidad Javeriana, institución educativa de la Compañía de Jesús en Colombia. Hizo importantes aportes como presidente de la Federación Latinoamericana de Bioética y director del Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana.

Durante los últimos 40 años publicó la columna dominical Un alto en el camino en el diario El Tiempo, la cual fue interrumpida varias veces debido a sus polémicas posturas frente a temas sensibles que lo enfrentaron varias veces a los superiores de su comunidad y a la jerarquía eclesiástica.

Sus opiniones, que despertaban gran interés en los no creyentes y librepensadores, generaron muchas controversias porque iban desde álgidos temas políticos hasta el celibato y dogmas de fe de la Iglesia católica.

En una columna publicada por El Tiempo un día después de su cumpleaños en el pasado mes de agosto, dijo el recordado padre Llano: “No ha sido fácil vivir 95 años. Los más duros han sido los últimos 10: la vejez trae mil achaques que humillan y lo hacen a uno agachar la cabeza para decirle a Dios: que se cumpla su santa voluntad y no la mía”.

Un gran compositor

Otro de los jesuitas fallecidos fue el padre Rodolfo de Roux, también de 95 años, a causa del coronavirus. El padre de Roux empezó estudiando Derecho y después, “por circunstancias especiales me tropecé con la posibilidad de ser jesuita”, como dijo en una entrevista.

Durante 50 años enseñó Teología en la Universidad Javeriana, fue poeta y compositor musical. Entre sus composiciones más conocidas está el bambuco La Molienda, uno de los clásicos de la música de la zona andina de Colombia y que escribió con el también religioso jesuita Juan José Briceño.

Este bello tema ha sido grabado miles de veces y le valió, junto a las otras composiciones musicales, la Orden de Boyacá que entrega el gobierno nacional y el trofeo del Festival de Música Andina Mono Núñez, el más importante de su género en Colombia.

También fue autor de numerosos versos con campesinos como protagonistas y sobre ellos dijo en una reciente entrevista:

“Yo creo que si Colombia no se ha desbaratado es porque hay unos valores profundos de bondad, generosidad, esfuerzo, trabajo, paciencia, etc. y más en la gente sencilla. El mundo campesino tiene valores todavía muy grandes, pero el campesinado en Colombia vive un abandono terrible”.

Los otros jesuitas 

Unos días antes había fallecido, también de coronavirus, el padre Fortunato Herrera, director académico de varios colegios de la Compañía de Jesús en Colombia. Durante sus más de 70 años de vinculación a esta orden religiosa, el padre Fortunato se dedicó a la educación y a la literatura. Escribió parte de la historia de la comunidad en Colombia y de los colegios para los que trabajó y numerosos textos relacionados con el quehacer académico.

Luis Carlos, hermano de Fortunato, había fallecido el 11 de noviembre a sus 94 años, por causas diferentes al coronavirus. Fue un destacado intelectual, historiador y profesor de literatura. Realizó importantes estudios sobre la obra del poeta y escritor colombiano José Eustasio Rivera (La vorágine, 1924). Igualmente analizó la obra musical del afamado compositor Jorge Villamil.

Otro sacerdote falleció por complicaciones de salud, el padre Carlos Alberto Cardona. Y la lista de diez fallecidos por coronavirus la completan Leonardo Ramírez, Guillermo Hernández, Álvaro Jiménez, Jorge Uribe, Gonzalo Amaya, Roberto Triviño, Marco Tulio González y Gabriel Montañez.


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