La Iglesia y el envío de un mensaje de solidaridad a la población de Cametá luego de un espectacular asalto con rehenes y disparos La pequeña localidad de Cametá, en el estado de Pará, se transformó en los últimos días en protagonista de un asalto de película. Fue en ese municipio brasileño de poco más de 130.000 habitantes donde ladrones de bancos causaron pánico, dolor e indignación.
Según informaron medios y agencias, más de 20 hombres armados irrumpieron en un banco. Mientras se desarrollaba el asalto al banco en Cametá tomaron rehenes y se enfrentaron a la policía en las calles con armas de alto calibre.
El efecto del brutal ataque ha sido el de una persona fallecida (rehén), además de varios heridos. El ataque, por su magnitud y características, rápidamente rompió fronteras y se transformó en noticia a nivel internacional.
Horas antes se había producido un robo similar en otra localidad de nombre Criciúma (Santa Catarina). De alguna manera, hechos que confirman la escalada de violencia que no deja de afectar a Brasil (a pesar de algunas cifras que dan cuenta de una reducción en ese sentido).
Bandidos siguen aterrorizando las ciudades de Brasil! Esta noche le tocó a la ciudad de Cametá, en Pará. Además del asalto a un banco, disparos y vários rehenes, dejaron heridos y un muerto. pic.twitter.com/7hD41haTEp
— Maria Laura Assis (@MLauraAssis) December 2, 2020
“Dios habita en esta ciudad”
Lo acontecido con el asalto al bancó en Cametá rápidamente mereció repudio, pero también mensajes de cercanía y solidaridad. Un ejemplo de ello ha sido el mensaje emitido por José Altevir, obispo de Cametá, reproduce la Iglesia en Brasil.
Entre otras cosas, el obispo señala que “la violencia urbana no es una preocupación exclusiva de las grandes ciudades”.
Titulado, “Dios habita en esta ciudad”, el obispo abraza a las víctimas a través de estas palabras de confianza y reflexiona sobre la situación actual.
“Esto prueba que la violencia ha tomado proporciones gigantescas y se configura actualmente como un gran atentado contra la vida, que necesita una solución urgente”, expresa.
Compromiso con la vida
“Vengo en nombre de nuestra Diócesis, como Iglesia comprometida con la vida, para expresar nuestra solidaridad con la familia del joven que perdió la vida, con todos los policías, especialmente los heridos, en busca de protección para la gente de esta ciudad”, prosigue.
Además de la oración y la solidaridad, el obispo lanza un llamado a las autoridades para que los habitantes de esa localidad puedan “volver a dormir tranquilos”.
Y finaliza otra vez haciendo énfasis en la confianza: “Dios está presente en la ciudad” (DAp n. 214), esta presencia nos ayuda a superar la ‘cultura del miedo’ y adoptar la ‘cultura de la confianza, la vigilancia y la libertad’”.
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