Las fotos de este Adviento con o sin Covid y de esta atípica Navidad serán parte de la historia y de los recuerdos de tu familia.¿Cuáles son esos detalles, esas anécdotas o tradiciones familiares que recuerdas de las Navidades de tu infancia?
Esta Navidad y sus fotos (con o sin Covid) también serán parte de la historia y de los recuerdos de tu familia.
Por ello, antes de leerme te pido que te pares a pensar en dos cosas:
- ¿Cómo te gustaría contar el relato de unos días tan importantes?
- ¿Cómo hacer de la Navidad una historia familiar especial?
La respuesta no tiene truco: para tener un recuerdo fotográfico íntimo y bello no necesitamos tradiciones espectaculares o regalos maravillosos. Pero sí momentos vividos y compartidos que, aunque parezcan insignificantes, dibujarán nuestra historia, la historia fotográfica de nuestro Adviento y de nuestra Navidad.
Villancicos, turrones, belenes, luces… La vorágine y el furor navideño muchas veces nos arrasan y nuestras fotos navideñas son un maremagnum de lo más espectacular, lo más resplandeciente, lo más comercial. Pero no parten de lo íntimo de nuestra Navidad.
Por tanto, nuestras fotos no serán testigos de esa belleza cotidiana y familiar. Hace falta un ejercicio de observación, gratitud y sensibilidad que hagan de tu álbum fotográfico el mejor de los cuentos navideños.
Fotos de la belleza cotidiana
Estamos aquí para narrar una historia, nuestra Navidad familiar. Para ello, ten en cuenta estas recomendaciones. Te invito a fotografiar momentos, espacios y cosas con el alma y la cámara en la mano. Aviso: es adictivo, una vez que empieces a percibir tanta belleza, nadie te podrá parar.
Comenzaremos por lo más cercano, lo que sucede en nuestra casa. Fíjate en esas escenas fuera de lo común. Puedes fotografiar escenas naturales de lo que continuamente acontece en tu casa: montar el árbol de Navidad en familia: tus hijos cambiando de sitios las figuras del Belén; una tarde de horno y dulces navideños; la preparación de los disfraces del festival de Navidad; un rato en familia de guitarra y villancicos; los restos de turrón en la mesa…
También puedes hacer fotos más preparadas y pensadas de la decoración de tu hogar: ese rincón adornado al lado de la chimenea; el Niño Jesús que te regaló con tanto cariño tu abuela; los cuentos que soléis leer en Navidad; las partituras de las canciones de la Misa del gallo… Este otro tipo de fotografía puede ser una oportunidad para completar el relato. Busca la mejor versión de los pequeños detalles que ayudan a hacer especial tu Navidad o elementos que aporten contenido y herencia a vuestra historia.
Sé testigo de la escena
Te he dado algunas ideas, pero tú tienes que adaptarlas a tu dinámica familiar y a tus rutinas. En tantas de las fotos navideñas de Instagram, hay mucha falsa perfección. Relájate, no buscamos solo hacer fotos bonitas. Buscamos contar la historia de nuestra familia. Para lo otro, ya tenemos Pinterest.
Anticípate y prepara cada momento según te convenga: si vais a envolver regalos, leer una historia navideña, jugar al Monopoly, escribir una felicitación de Navidad… prepara la escena cerca de una buena fuente de luz, mucho mejor si es una ventana. Conseguirás unas fotos preciosas si usas una luz abundante y suave.
Deja que las cosas fluyan con naturalidad y sé testigo de la escena: muévete, agáchate, súbete a un taburete y busca el ángulo adecuado para disparar. En definitiva, intenta ser creativo y sacar fotos desde diferentes perspectivas.
Ejercitar el espíritu navideño
Empecemos por fotografiar los detalles y los gestos que dedicamos a los otros. Estos son muy importantes para que, en estas fechas, la esperanza sea el tesoro que más luce.
No te centres en fotos estáticas de familia delante de la decoración monísima de la Plaza Mayor: aprovecha para congelar ese abrazo entre hermanos, esa sonrisa de complicidad, gestos de emoción, alegría y sorpresa mientras paseáis y disfrutáis en familia.
Unos recuerdos magníficos de las Navidades acontecen cuando se celebra y se comparten mesa y mantel.
La cocina ocupa un lugar muy significativo en las fechas Navideñas: es hora de volcar todo nuestro cariño en los pucheros y de pasar multitud de horas en la cocina dando lo mejor de nosotros. Éste es el momento idóneo para hacer una foto que deje memoria de ese gesto lleno de amor.
Puedes también probar a hacer primeros planos de tazas de chocolate, dulces, fuentes de comida delicadamente adornadas… Combina platos, manteles, flores, vasos para dar un toque especial a esa foto de tu mesa de Navidad.
Por último, labra el valor de proteger los pequeños gestos humanos como parte de tu identidad familiar. Trata de conseguir un registro fotográfico de esos momentos: un beso de felicitación; un abrazo de agradecimientoM la videoconferencia con ese familiar que vive lejos; las lágrimas de agradecimiento ante el nuevo año… No solo ayudan a mantener nuestros recuerdos familiares, sino que serán una herramienta muy útil para que nuestros hijos, en el futuro, transmitan a sus hijos la importancia y la belleza de vivir y celebrar la Navidad en familia.
Pero, ante todo, no te estreses. Basta con que sepamos acoger a Quién es el mejor y más grande regalo navideño y las fotos con alma ya vendrán por sí solas.
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