Nunca te arrepentirás de intensificar ese vínculo espiritual con los quienes tanto amas y están lejos. Con estas ideas verán cómo se intensifica la unión.Vivimos en pandemia y con distancia social. Hace mucho tiempo que ya no nos vemos con familiares y amigos. Algunos de ellos están muy lejos y puede que ni siquiera los veamos en Navidad. Pero podemos hacer lago para estar más cerca e incluso sentirnos todavía más unidos. La distancia física no tiene por qué causar un distanciamiento del corazón. Los vínculos pueden reforzarme más y más si lo que nos une con aquellas personas es un auténtico amor que aumenta con el trato, las atenciones de cariño y la oración. ¿ Te animas a compartir con aquellas personas que tanto quieres un poco de lo que llevas en tu corazón, un poco de tu espiritualidad? Rezar juntos puede lograrse pese a la distancia. La oración fraterna es capaz de derribar fronteras físicas, tecnologías y sanitarias.
Anímate a poner en práctica alguna de estas diez ideas que aquí te proponemos porque nunca te arrepentirás de intensificar ese vínculo espiritual con los tuyos, más aun cuando están lejos.
RECITAR EL ROSARIO AL TELÉFONO
Después de acordar una hora, llama o “videollama” y fijen un límite de tiempo. Después de un ratito de charla para saber en qué estado interior nos encontramos, reciten juntos el rosario. Si ambos tienen por costumbre decirlo, alternen las decenas y el principio y el final del padrenuestro y de los avemarías. Si uno de los interlocutores no conoce esta oración, es una hermosa ocasión para ayudarle a lanzarse. No dude en meditar los misterios con sus propias palabras para mostrarle que el rosario es una oración encarnada por la cual María se acerca a nosotros.
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COMPARTIR LAS INTENCIONES DE ORACIÓN
Si conoces bien a la persona y sabe que puede soportarlo, confíele sus intenciones de oración, lo que le hace ilusión, lo que tiene dentro del corazón. Compartir las preocupaciones entre varios aligera el peso. Sin embargo, cuidado entonces con las personas angustiadas. Más vale darles motivos para tener esperanza y darles gracia que añadir a su temor con intenciones demasiado pesadas o demasiado próximas a su situación.
LEER EL MISMO LIBRO Y COMENTARLO
Elijan un libro espiritual y, si ambos tienen la suerte de tenerlo, lean cada uno por su lado. Al final de cada capítulo, llámense o escriban sus impresiones y compártanlas. Pueden hacer lo mismo con un pasaje o un libro de la Biblia.
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ENVIAR FLORES PARA DESTACAR EL DOMINGO
El domingo es un día especial, el del Señor. ¿Por qué no mandar enviar un ramo de flores a esa persona que tanto echas de menos y añora tu contacto físico? Ella lo pondrá en su rincón de oración y sentirá tu cariño. Hoy en día puedes hacer cualquier encargo por Internet y, de paso, ayudarás a las floristerías a mantener el negocio en tiempos de crisis.
HACER UNA ‘LECTIO DIVINA’ ENTRE VARIOS
Escojan un pasaje del Evangelio, un salmo o simplemente una de las lecturas del día. Llámense a través de un sistema de videoconferencia (por ordenador o por smartphone). Comiencen por invocar al Espíritu Santo, luego lean varias veces el pasaje, si es posible con traducciones diferentes.
Después, ayúdense para comprender el texto (las notas al pie de página a menudo son muy útiles, así como las referencias a otros textos bíblicos). Después, pasen un tiempo en silencio y compartan simplemente una frase que les conmueva y digan por qué. Después de colgar, pueden dedicar algo de tiempo a estar en silencio para hacer resonar el texto en su interior.
INVOCAR A LOS ÁNGELES DE LA GUARDA Y LOS SANTOS PATRONES
Podemos crear lazos espirituales rezando por los demás, así como los padres confían a su hijo al Señor cada mañana, un esposo a su esposa, una amiga a su amigo, un niño a su madrina, etc. También podemos rezar a su ángel de la guarda y a su santo patrón para que los proteja.
HACER LA ORACIÓN NOCTURNA O LEER LA BIBLIA EN VÍDEO A UN AHIJADO O A UN NIETO
Preparen una pequeña oración nocturna y grábenla en vídeo. Luego, envíensela al niño, que podrá escucharla cuando quiera. Propónganle también leerle de noche, siempre a la misma hora (a la que accedan los padres…), una vida de un santo o un pasaje de la Biblia (el libro de Tobías o la historia de José, por ejemplo).
COMPARTIR BUENOS PLANES ESPIRITUALES
Enviar novenas, misas en vídeo, oraciones, todo el mundo lo hace, pero, para unirse de verdad a la persona y crear lazos fuertes, intenten primero entender su perfil espiritual: ¿tiene afinidad con un santuario, una orden en particular, un estilo de liturgia…? ¿Le gustan las oraciones rápidas o bien largas meditaciones? ¿Necesita profundizar o le gustan los testimonios? Apuntando a sus preferencias o necesidades, le prestará un servicio y le ayudará más seguramente a fortalecer su fe.
DIBUJAR O COLOREAR EL EVANGELIO DEL DOMINGO, FOTOGRAFIARLO Y PASARLO A LA RED FAMILIAR
Con los niños, impriman un dibujo para colorear sobre el Evangelio del domingo siguiente, disponible en sitios web de catecismo en línea. Una vez completado, compartan los dibujos en la red familiar. También pueden pedir a los niños, después de leer el Evangelio, que lo dibujen. Los ojos de un niño pueden abrir los de un adulto en relación a un texto que creen conocer bien.
DAR TESTIMONIO DE LO QUE EL SEÑOR HACE POR NOSOTROS
La situación difícil en la que nos encontramos es una oportunidad para estar atentos a la presencia de Dios en nuestra vida diaria. De noche, intente encontrar alguna huella, una miguita de pan, que haya dejado Dios: un gesto, una frase, una palabra, una oración, una inspiración… Dé testimonio de ello con sencillez a alguna persona que esté lejos. Si ella hace lo mismo, limítese a recibir su testimonio sin comentarios ni valoraciones, pero dando gracias por ello con esa persona.