El papa Francisco envió un telegrama de pésame en el que expresa su “sentimiento de tristeza” por la muerte del cardenal Raúl Eduardo Vela Chiriboga. El arzobispo emérito de Quito falleció el 15 de noviembre de 2020.
El mensaje llegó al arzobispo de la capital ecuatoriana, Alfredo José Espinoza Mateus, S.D.B, informó hoy la Oficina de Prensa de la Santa Sede este martes 17 de noviembre de 2020. El Papa lamentó el fallecimiento del quinto cardenal de Ecuador, quien tenía 86 años.
Abnegado pastor
Asimismo, en la breve misiva subrayó la labor de “este abnegado pastor que, durante años y con fidelidad, entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia”.
Francisco ofreció “sufragios por el eterno descanso del alma” del cardenal Chiriboga para que “el Señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita”.
Además, ofreció su bendición apostólica a su comunidad eclesial y a las personas cercanas al alto prelado como “signo de esperanza cristiana en el Señor resucitado”.
Quién era el cardenal Vela
El arzobispo emérito de Quito, estuvo hospitalizado durante un mes y medio en el Hospicio de San Camilo de Quito, centro de los Padres Camilos para cuidados paliativos.
El cardenal nació en Riobamba el 1 de enero de 1934. Quinto de nueve hijos, tras graduarse en el Colegio Salesiano de su ciudad natal, en 1951 el futuro Cardenal ingresó en el Seminario Mayor de Quito.
Luego profundizó su formación teológica, pastoral y litúrgica también fuera de Ecuador, en particular en Bogotá, Madrid y Buenos Aires.
Su prioridad: la pastoral de jóvenes
Chiriboga se ordenó sacerdote el 28 de julio de 1957, a finales de los años sesenta se convirtió en director de Cáritas de Riobamba. Colaboró en el servicio pastoral para los indígenas y fundó la escuela de Fátima para la educación de los jóvenes.
En 1968 fue subsecretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; dos años después, se convirtió en su secretario general.
En febrero de 1979 participó como delegado de la Iglesia del Ecuador en la Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que tuvo lugar en Puebla de los Ángeles. De 1981 a 1988 fue miembro del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Sínodo en Roma
El 8 de julio de 1989 fue nombrado Ordinario Militar del Ecuador. Por su trabajo, recibió la condecoración de las fuerzas armadas y la policía nacional del Estado ecuatoriano. En 1994, participó en el Sínodo de los Obispos sobre la vida consagrada en Roma.
En el año 2000 fue elegido presidente de la fundación “Misas para los sacerdotes de Ecuador”, una organización que recoge las intenciones de misa en los países con mayor disponibilidad de dinero. La recaudación se distribuye entre los sacerdotes ecuatorianos más necesitados.
Cardenal
El 21 de marzo de 2003 fue nombrado arzobispo de Quito, donde puso en marcha, entre otras cosas, un proyecto que involucra a todas las parroquias en la educación de los jóvenes. También se dedicó con gran atención a la formación de los sacerdotes, lanzando un curso específico para los recién ordenados.
El 11 de septiembre de 2010, a la edad de 76 años, renunció al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Quito. El 20 de noviembre del mismo año el Papa Benedicto XVI lo creó cardenal, con el título de Santa María en la Vía. En 2013, participó en el Cónclave que elige al Papa Francisco.
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