ETA, un ciclón atípico por muchas razones, ha dejado un olor a catástrofe al término de su paso por Centroamérica, el sureste de México, Cuba y la Florida, en Estados Unidos. Cuatro veces tocó tierra. Por fortuna, ya se interna en las aguas del Atlántico para disolverse este fin de semana.
El calentamiento global ha hecho que esta temporada se rompa un récord histórico de huracanes con nombre en el Atlántico. Con Eta se llegó a 28. Y se ha formado otro, con nombre Theta que también representa un potencial peligro para ambas orillas del Atlántico.
¿29 huracanes con nombre, uno de ellos mortífero en noviembre, cuando ya declina el otoño en el hemisferio norte? Son los cambios que ha traído el que las aguas del Atlántico estén cálidas por más tiempo, lo cual es el alimento del potencial de lluvias y de vientos de los ciclones de la zona.
Enfermedades que pueden propagarse
Es difícil saber por dónde empezar. Quizá por la afectación a los niños de la región. Más de 1.2 millones de niños y niñas en Centroamérica han sido afectados por el huracán; una cifra que puede aumentar, según Unicef. Esta semana, el organismo expresó su preocupación por las enfermedades que pueden propagarse, incluido el nuevo coronavirus, en los centenares de albergues habilitados en la región.
Uno de los focos de atención es Guatemala donde se ha abandonado, definitivamente, la búsqueda de cadáveres enterrados bajo toneladas de lodo por el deslizamiento de un cerro en la aldea de Quejá donde aún existen 88 personas desaparecidas. Oficialmente hay 46 muertos, 96 desaparecidos y casi 700 mil afectados por deslaves e inundaciones, por lo que se ha hecho un llamado internacional para ayudar al país.
“Se ha sobrepasado la capacidad de respuesta nacional”, afirmó en un comunicado Óscar Cossío, secretario ejecutivo de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores hizo llegar el llamamiento en este mismo sentido al cuerpo diplomático, organismos internacionales y agencias de cooperación internacional acreditados en Guatemala y a través de las misiones diplomáticas en el exterior.
Dos millones de personas bajo agua
Eta dejó una huella indeleble en Honduras. Hasta el momento se han registrado 58 personas fallecidas, miles de damnificados y una región de casi dos millones de personas que se encuentra bajo agua. Un desastre de características inconmensurables. La hondureña Comisión Permanente de Contingencias dijo que las lluvias asociadas a Eta dejaron 338.563 personas afectadas, 2.764 evacuadas y 2.675 albergadas.
En el sureste mexicano, concretamente en los estados de Tabasco y Chiapas, el paso de Eta fue devastador, con lluvias inusuales que han dejado una treintena de personas fallecidas y casi 200,000 damnificados. Sobre todo por el mal manejo gubernamental del desfogue de una de las principales presas de Tabasco donde miles de personas lo han perdido todo.
Además, Eta golpeó Nicaragua, Costa Rica y Panamá en la primera parte de su viaje devastador. A fines de la semana pasada volvió a salir hacia las Islas Caimán y luego a Cuba, donde cuatro provincias del oeste y del centro de la isla enfrentan inundaciones y donde miles de personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la creciente de los ríos.
Finalmente, Eta entró y salió dos veces de la Florida, en territorio de Estados Unidos, provocando inundaciones en las zonas sur y en el este del Estado.
Hoy celebramos a...