En 1954, el celebérrimo puertorriqueño Daniel Santos ya cantaba a José Gregorio Hernández, próximo beato de la Iglesia católicaDurante octubre, mes del Rosario, se han escuchado de piezas casi inéditas de famosos cantantes y compositores, incluso no católicos, dedicadas a la Madre de Dios. Han salido a relucir grabaciones de Paul MacCartney y Elvis Presley, entre otras.
Lo que ha dejado perplejo al público venezolano es que Daniel Santos, uno de los latinoamericanos más célebres en el mundo de la canción popular, hubiera cantado para el futuro beato José Gregorio Hernández. Y lo hizo con su voz melodiosa y su tan conocida sensibilidad….en 1954.
Daniel Santos, considerado entre los grandes intérpretes de géneros tropicales como el bolero, la guaracha y la guajira es, no obstante, uno de los más enigmáticos personajes de la música popular latinoamericana. Nació en 1916 y murió en Florida (Estados Unidos) en 1992, víctima de un infarto.
Fue tan exitoso y su música tan apreciada que, al igual que ocurría como con el más famoso intérprete del tango Carlos Gardel, su nacionalidad se la disputan varios países.
Una leyenda
Santos era una auténtica leyenda, repleto de innumerables anécdotas y aventuras. Su vida fue desordenada. Se casó 12 veces. Siempre vivió, entre licores, mujeres y reyertas callejeras que lo hicieron cumplir tiempo en distintas cárceles de Latinoamérica, entre ellas en Cuba, Ecuador y República Dominicana. Lo llamaban “el inquieto Anacobero” y su temporada cantando acompañado por la Sonora Matancera hizo sensación. Igualmente con la orquesta de Xavier Cugat: los éxitos se multiplicaban.
Hijo de una costurera y un carpintero, lustró zapatos y trabajó como mesero en clubes para poder vivir. Pero él mismo decía: “En realidad, sobreviví robando, haciendo trampas, vendiendo licor clandestino, haciendo de chulo y todas esas moñas”. Un día, duchándose, cantaba a toda voz algunos de los temas que sabía. Le tocaron a la puerta y fue su primer contrato con el Trío Lírico, un conjunto musical que se dedicaba a amenizar bailes, bautizos y otras actividades.
“Hasta que Dios quiera”
En 1947 visita por primera vez a Venezuela, vuelve en 1950 y después a finales de 1956, hasta la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez.
La primera vez que vino a Venezuela en 1947, llegó a un burdel en una zona popular llamado “La Casa de La Gata”. Allí se hospedó y no salió más. Cumplía sus compromisos y regresaba al burdel. Tenía a su disposición todas las mujeres porque todas querían estar con él. Dicen que era grosero, antipático, burlón y hablador, pero hasta los hombres lo admiraban. En 1977, en Venezuela, se hizo una película donde se relatan las experiencias que tuvo Daniel Santos, cuando vivió en aquél burdel. Fue protagonizada por destacados actores venezolanos. Se llamaba “El pez que fuma”.
También en Venezuela, en 1957, conoció a una venezolana que tenía 6 hijos, y se puso a vivir con ella. Le atribuían seis, ocho, doce o catorce hijos, nunca se supo exactamente. Según su propio recuento habría tenido siete. Él mismo escribió estar muy orgullosos de sus hijos, dos de los cuales estaban bajo su custodia por haber sido abandonados por su madre natural, “una mujer sin alma” –decía- y remataba: “Ojalá yo tenga el amor de ellos que es el único que me falta para poder seguir…hasta que Dios quiera”.
“De Virgen de Medianoche a José Gregorio”
A su manera, Daniel buscaba a Dios por los rincones, como decimos coloquialmente en Venezuela. Tal vez sus pasos por nuestro país lo familiarizaron con la historia del “santo del pueblo”, el doctor José Gregorio Hernández. Y de alguna forma lo sensibilizó la profunda entrega de ese médico, cristiano ejemplar, a los más necesitados. Figura una canción que por estos días alguien rescató del anonimato y el olvido y llegó hasta nosotros. Estaba dedicada a José Gregorio Hernández, la cual se grabó hace 66 años!
César Miguel Rondón, periodista venezolano y gran melómano radicado en Miami, escribió en su blog: “Si Daniel Santos grabó este tema, cuyo autor desconozco, para rendir homenaje a José Gregorio Hernández, es porque más allá de la leyenda de farra y de su condición de ‘Inquieto Ancobero’, Daniel también era un hombre de fe y entendía donde estaban los respetos y las devociones de este público –devoto, valga la redundancia- , que igual le aplaudía frente a las rocolas”.
Así mismo, el mencionado periodista recibió el comentario de un escritor venezolano, el cual reseña; se trata de Alberto Barrera Tyszka quien, al enterarse de la existencia del desempolvado tema, expresó sorprendido: “Caramba, Daniel saltó de Virgen de Medianoche (*) al propio José Gregorio!” Lo cierto es que la canción, en la voz de Daniel Santos, la única versión que se conoce, ha comenzado a circular convirtiéndose en un éxito póstumo por partida doble.
Puedes escuchar el tema dedicado a José Gregorio aquí:
(*) Célebre bolero de Daniel Satos dedicado a las chicas que tienen el oficio más antiguo del mundo, cantándoles con respeto por su dignidad de seres humanos.
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