Fue un 5 de noviembre y nunca hubo, ni habrá posiblemente en toda la historia de la Iglesia un día igualCuando Gregorio XII fue elegido al solio pontificio tras la muerte de Inocencio VII en 1406, hubo otra persona que afirmaba ser papa en Aviñón (Francia).
Aun reclamando falsamente el papado, el antipapa francés estaba creando una gran confusión en la Iglesia. Cuando fue elegido, Gregorio XII concordó el hecho de que dimitiría si el antipapa francés hiciera lo mismo, permitiendo al mismo tiempo a la Iglesia elegir un nuevo pontífice. Después de muchos años de impasse apareció un segundo antipapa. Al final la situación se resolvió cuando Gregorio XII autorizó el Concilio de Constanza y dimitó.
El Concilio de Constanza comenzaría un día como hoy, 5 de noviembre de 1414. El único día en la historia en el que tuvo lugar la dimisión de tres papas (uno real y dos antipapas) y con el que se pondría fin al gran Cisma de Occidente.
Se celebraría en la catedral de Constanza y aunque, en un primer momento se consideró una continuación del Concilio de Pisa que 1409 había depuesto a los papas Gregorio XII y Benedicto XIII, y había elegido como papa a Alejandro V (Juan XIII sería su sucesor), poco a poco empezó a moverse la idea de la la abdicación voluntaria de los tres Papas.
Gregorio XII ofreció la posibilidad de renunciar con la condición de que los otros papas hicieran lo mismo. Así se hizo y la Iglesia católica volvió a tener unidad en la persona de Martín V.