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Brasil y una particular celebración del Día de los Difuntos

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Pablo Cesio - Aleteia Brasil - publicado el 03/11/20
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El país más afectado por la pandemia en América Latina vivió una jornada de una manera distinta y especial Brasil se unió en oración este 2 de noviembre por los fieles difuntos. Pero lo hizo, además de rezar, plantando un árbol a través de la iniciativa “Es hora de cuidar la nostalgia”.

Es por eso que una imagen muy repetida durante la jornada ha sido la de obispos haciendo efectivo este gesto.  Por ejemplo, en Belo Horizonte (MG), el arzobispo metropolitano y presidente de la CNBB, Walmor Oliveira de Azevedo, quien plantó árboles en tres ocasiones, recuerda la web de la Iglesia en Brasil.

 

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Arquidiocese de Belo Horizonte

“Nuestra comunión y solidaridad con las más de 160.000 familias de luto por la pandemia del covid-19”, dijo Walmor, quien rezó para que el dolor del luto se convierta en esperanza y solidaridad.

Efectivamente, para este obispo el gesto de rezar por quienes han fallecido y plantar un árbol represa una manera de contemplar el mundo con mirada de vida y amor.

Lo propio hicieron otros obispos ya sea en el resto de Belo Horizonte, como en Brasilia, por citar algunos lugares.

 

En tanto, también tuvo repercusión el mensaje y acción del cardenal Orani João Tempesta, arzobIspo de Río de Janeiro, a quien se lo pudo ver llevando flores en un cementerio de Brasil donde hay personas enterradas no con sus nombres, sino con números.

“Hoy llevé mis oraciones a quienes en este mundo han pasado desapercibidos. Ante las tumbas de quienes al final de sus vidas no fueron reconocidos en este mundo por nombres, sino por números, recuerdo que Dios los conocía y los amaba también. Que la luz perpetua brille para todos ellos”, dijo Tempesta.

Brasil, uno de los más afectados por el COVID

El gigante sudamericano ha sido el primero en América Latina en declarar de manera oficial la llegada del coronavirus (febrero 2020) y desde ese momento se ha transformado en epicentro de la pandemia a nivel regional y uno de los países más afectados del mundo.

Actualmente, desde aquel entonces, Brasil lleva registrado más de cinco millones de casos confirmados y un número de fallecidos superior a 160.000.

La iniciativa de cara a este 2 de noviembre, que buscó recordar y rezar por los seres queridos fallecidos, también respondió a esta coyuntura particular en la cual lo más recomendable era evitar aglomeraciones (aspecto que ha llevado a varios países del continente a tomar medidas debido a que suele ser una jornada caracterizada por una masiva vista a cementerios).

He aquí entonces una propuesta alternativa, en sintonía con un día tan especial y que habla mucho de respeto y cuidado (hasta de la ”casa común”, tal cual recuerda el papa Francisco en su encíclica Laudato Sí).

 


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