Cuando sientes el peso de la enfermedad -ya sea física, psicológica o espiritual-, puedes acudir a Dios en busca de salud. Y seguramente Él te da mucho más de lo que esperabas. No te desesperes, recuerda que la purificación de los santos llegó de muchas maneras, y una de ella fue la enfermedad.
Por eso, para que el Señor te ayude a recuperar la salud del cuerpo, mente y alma, reza con mucha fe esta oración al Sagrado Corazón de Jesús:
Oración
Yo vuelo a Ti, Sagrado Corazón de mi Salvador,
porque tú eres mi refugio, mi única esperanza.
Tú eres el remedio para todas mis miserias, mi consuelo en todas mis angustias,
la reparación de todas mis infidelidades, el suplemento para todas mis deficiencias,
la expiación por todos mis pecados, y la esperanza y fin de todas mis oraciones.
Tú eres el único que nunca se cansa de mí y el único que puede soportar mis defectos,
porque Tú me amas con un amor infinito.
Por lo tanto, Oh Dios mío, ten piedad de mí de acuerdo tu gran misericordia,
y haz de mí, y para mí, y en mí, lo que sea que Tú quieras,
porque yo me entrego enteramente a Ti, Corazón divino,
con la plena confianza de que Tú nunca me rechazarás.
Amén.