La famosa ciudad ecuatoriana cumple un nuevo aniversario en medio de la resiliencia y la lucha contra el coronavirus “Guayaquil a lo largo de su despliegue enfrentó primero la viruela, la fiebre amarilla, la peste negra…, en los últimos 50 años, el dengue, la tifoidea, etcétera, hasta que vino la peor de todas que es ésta, el COVID-19, es obvio que no nos cogió preparados, pero es obvio que no nos derrotó”.
Este testimonio, recogido por El Universo, pertenece al historiador y sociólogo Willington Paredes Ramírez.
“Son más de dos siglos de una perseverancia del guayaquileño, una capacidad de resistencia frente a la adversidad, un sobreponerse, un llorar, caerse, levantarse, enjugarse las lágrimas y seguir…”, agregó.
Es que este 9 de octubre Guayaquil celebró el bicentenario de su independencia (1820-2020) y lo hizo en medio de una crisis como la del coronavirus. Fueron jornadas cargadas de dolor, duda y muerte.
Incluso, en los primeros meses del año, cuando la pandemia golpeaba con mayor fuerza, Guayaquil supo ser una de las ciudades más afectadas del continente (principalmente entre marzo y abril) con situaciones que despertaron la atención internacional debido al levantamiento de cuerpos en calles y casas.
No fueron pocos los casos de personas que deambulaban por los hospitales, con carencias en cuanto a insumos como oxígeno y hasta tener que afrontar dramas como no saber qué ha pasado con el cuerpo extraviado de un ser querido.
En la provincia de Guayas, de la cual Guayaquil es la capital, se registraron hasta ahora más de 20.000 casos positivos y un número de fallecido superior a 1700.
A todo esto, otros derivados del coronavirus, desempleo, problemas para lograr el sustento diario y en muchos casos desesperanza.
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Levantarse y seguir
Pero Guayaquil, fundada en 1547 con el nombre de ciudad de “Santiago de Guayaquil” como homenaje a su patrono Santiago el Mayor, actualmente ha logrado superar el momento más crítico.
Es por eso que una vez más aparecen conceptos como resiliencia, coraje y valentía.
Así lo ratifica también en El Universo Stalyn Paz Guerra, máster en Psicología, director de la carrera de Psicología de la Universidad Politécnica Salesiana en Guayaquil:
“El COVID-19 ha sido una de las más devastadoras, sobre todo en el campo emocional, donde los guayaquileños (sus habitantes) experimentaron angustia, depresión, estrés… A pesar de ello, y sin que el virus se haya ido, los guayaquileños han resurgido con ese temple ‘bien franco, muy valiente’ (como dice la canción Guayaquileño, madera de guerrero, de Carlos Rubira Infante) del cual se caracteriza a la mayoría de sus ciudadanos, quienes día a día van buscando nuevas formas de avanzar mientras se vive en tiempos de pandemia”.
Guayaquil es una maravillosa ciudad de América Latina, la segunda más poblada de Ecuador, además de uno de los principales centros económicos y culturales del país.
Un homenaje desde Quito
Guayaquil también es sinónimo de belleza y construcciones edilicias religiosas. Una de las más famosas es indudablemente la catedral metropolitana, ubicada en pleno centro en el Parque Seminario.
Pero Ecuador, en particular su Centro Histórico, se caracteriza por sus increíbles iglesias. Una de ellas es la de la Compañía. Su arquitectura la transforma en una de las más emblemáticas. Tallada en piedra volcánica andina, representa una clara expresión del arte barroco en América Latina.
Ver en galería cinco iglesias de Quito:
Desde ese mismo lugar, este 9 de octubre la fachada se iluminó con los colores de la bandera de Guayaquil, dando muestras también de unidad nacional.
En honor a la Perla del Pacífico, la Iglesia de La Compañía en Quito se vistió de la bandera de #Guayaquil
Míralo en vivo 📹 https://t.co/JsHQ6UYkRt pic.twitter.com/9PRd2GwktE
— Cámara de Comercio de Quito (@lacamaradequito) October 10, 2020
He aquí a Guayaquil, una ciudad bicentenaria en América Latina con sabor a “resurrección”.
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